Clup Hipico
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Clup Hipico

Para los amantes de los caballos o ponis, que pueden ser desde amazonas o ginetes hasta caballos y ponis


No estás conectado. Conéctate o registrate

Con La Manada Salvaje -APARTADO ABIERTO-

+10
Karsten
Dark Night
Circe
Wild
Ginger
Shawna
Seabiscuit*
Cammeron
Tormenta
Ghali(lunicc)
14 participantes

Ir a la página : 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7  Siguiente

Ir abajo  Mensaje [Página 1 de 7.]

1Con La Manada Salvaje -APARTADO ABIERTO- Empty Con La Manada Salvaje -APARTADO ABIERTO- Dom Abr 01, 2012 5:41 pm

Ghali(lunicc)

Ghali(lunicc)

Aquí se roleara con la manada salvaje unos días hasta que logremos escapar con ayuda de los humanos y los machos, quienes no fueron secuestrados ^^
Participan:
Yeguas secuestradas
Integrantes de la manada salvaje
Like a Star @ heaven ---------------------- Like a Star @ heaven ---------------------- Like a Star @ heaven ---------------------- Like a Star @ heaven

Acabo todo ¿No? Las yeguas han sido secuestradas.
Fueron incorporadas a la manada, nadie sabe que va a pasar, ¿acaso misterios? ¿peleas? ¿aventuras? ¿romance? ¿libertad? recuerdos...Lo sabremos muy pronto...

Los machos se han retirado, pero quien dice, puede que esto no haya terminado, siempre hay esperanzas.

Ghali(lunicc)

Ghali(lunicc)

Anwar:
Llegamos a nuestro territorio con las yeguas y respire hondo, satisfecho y a la vez algo cansado, después de todo, estaba herido. Pero ahora ya habíamos ganado. Teníamos mas yeguas en nuestro poder, que serian muy útiles como miembros de la manada, solo había que enseñarles a no ser tan tercas.
- ¡Bien hecho compañeros! - Felicite a mi manada poniéndome en dos patas y relinchando con fuerza. Luego, al dar mis cascos contra el suelo esbocé mi típica sonrisa, enigmática, encantadora, irónica... y quizás, algo burlona, especialmente al mirar a las yeguas.
Sentido de la teatralidad no me faltaba, con la luz del amanecer de fondo, en todas partes se respiraba victoria.

Tormenta

Tormenta

Tormenta:

Seguimos a la manada salvaje hasta su territorio. El lugar era bastante oscuro y sombrío, cargado de humedad debido a los densos árboles que apenas dejaban entrar débiles y diminutos rayos de Sol por sus copas. Se podía apreciar algo de niebla. Había una gran temperatura a causa del poco aire que corría por allí. Olía a bosque; a la tierra húmeda, el verdín que cubría todas y cada una de las rocas, a las enredaderas que escalaban por los troncos de los árboles, a la madera húmeda de éstos... El lugar estaba bastante oculto en el corazón de aquel bosque. De vez en cuando se escuchaba algún que otro pájaro piar o revolotear entre las ramas, buscando sus nidos para alimentar a su familia. Suspiré. Ellos tenían suerte de seguir juntos, como una familia. Miré a todos y cada uno de aquellos sementales que nos habían raptado. En mi rostro se podía ver reflejado la ira, la tristeza, el dolor y el miedo. ¿Qué iba a ocurrir ahora? ¿Que habrá sido de Maris y los demás sementales? Volví a suspirar. Mi Maris; mi vida. Mi alma. Y aquellos desalmados sementales me lo habían arrebatado de mi lado, nuevamente. Me sentía completa a su lado. ¿Y ahora? Nada. No estaba. Pero, por suerte, el otro lado de mi alma sí seguía a mi lado; aquello por lo que también daría mi vida, aquello por lo que sabía que merecía la pena luchar. Mi hija. Ginger. La busqué con la mirada. Dos metros más atrás estaba ella, aminoré el paso, dejando que ella me alcanzase, colocándome a su lado. Le di un suave toque cariñoso con mi morro, mientras me obligaba a mí misma a esbozar una leve sonrisa. Pude ver el miedo en sus ojos. La miré con ternura y volví a darle otro toquecito con mi morro. -Todo va a salir bien, ya verás.-le aseguré, tratando de tranquilizarla. Desvié mi mirada ahora hacia el que probablemente fuese el líder de aquella manada sin corazón alguno. Clavé mi mirada cargada de odio en sus oscuros e inexpresivos ojos, a la vez que clavaba mi casco en el suelo. Bufé y traté de tranquilizarme, para no abalanzarme sobre él en aquel momento. Observé sus heridas, no eran pocas. La mayoría de los sementales estaban bastante malheridos. Esbocé una sonrisa diabólica, satisfecha por la pequeña lucha que hace algunos minutos habíamos tenido. A mí sólo me dolía un poco el cuello, debido al golpe que me dio el semental que nos quiso llevar a Ginger y a mí con las demás yeguas y que, además, había herido a Maris en una pata. Lo miré con odio. Por lo que podía ver, parecía que ese semental era el ojito derecho del líder. Probablemente sería el perrito faldero de éste, el corderito que obedecía todo lo que ordenaba su jefe. Bufé y continué paseando mi mirada por todos y cada uno de los sementales, para posteriormente observar a cada una de las yeguas. Estábamos todas las que habíamos salido en el paseo, ninguna había podido escapar. Tenía la pequeña esperanza de que Maris hubiese escuchado lo último que le dije y que se lo hubiese comunicado a los demás, para que fuesen a buscar a los humanos. Ellos parecían nuestra única esperanza. Los humanos parecían ser nuestra única salvación. Suspiré con pesadez. Continué caminando con lentitud, con la mirada clavada en el suelo pero atenta a todo lo que ocurría a mi alrededor; movía mis orejas hacia todas partes, escuchando cualquier sonido, cualquier chasquido, bufido o casco al tocar la humedecida tierra. Estaba atenta incluso a la respiración de cada uno de los seres allí presentes. Volví a mirar con seriedad al líder: Podía haber ganado la batalla, pero aún no había ganado la guerra.

Dark Night:

En cuanto Anwar ordenó que llevásemos a las yeguas capturadas a nuestro territorio, le obedecí y comencé a obligar a las que se encontraban más cercanas a mí a caminar, atento a cualquier movimiento de éstas que me indicaran algún plan que pudiesen tener entre ellas. Todo parecía tranquilo. Ellas caminaron juntas, como un rebaño; como una manada. Sí, ahora eran parte de nuestra manada. No sabía cómo iba a terminar todo esto, pero por ahora, ellas estarían con nosotros, seríamos una manada y esperaba que así lo aceptasen, aunque ellas no quisieran. Entendía que echaran de menos a aquellos sementales de cuadra que no servían para otra cosa que para saltar vallas y dar vueltas por un picadero. Bueno, en realidad no entendía por qué los echaban de menos, pero trataba de entenderlo. ¿Cómo podían estar tan ciegas y querer a aquellos sementales que obedecían a aquellos seres de dos patas a los que ellos llamaban dueños? Me daban náuseas sólo de pensarlo. Los humanos sólo sabían hacernos daño, robarnos nuestra libertad para así ellos poder domarnos y montar sobre nosotros. Bufé y negué con la cabeza. Sí, definitivamente, estaban ciegos. Nosotros éramos más fuertes que todos aquellos potros de cuadra, éramos más fuertes, valientes y luchadores. Pero, por alguna razón, ellas seguían amando a aquellos humanos y sementales. Era repugnante. Traté de dejar de pensar en ello y concentrarme en alguna otra cosa. Pronto, llegamos a nuestro territorio, mi hogar. Observé el rostro de cada una de las yeguas, manteniendo el cuello alto y recto, dejando caer mis largas crines por uno de los lados del cuello. Divisé entre algunas yeguas a la apaloosa que había capturado yo. Ahora que lo pensaba, no sabía su nombre. Entre tanto juego no me había dado cuenta de preguntárselo. Suspiré y volví a inhalar aire, llenando mis pulmones, para comenzar a trotar lentamente hacia ella. Me coloqué a su lado, mirándola con una leve sonrisita dibujada en mi rostro. -Hmm... Antes, me olvidé de preguntarte algo.-hice una leve pausa antes de seguir, asegurándome de que ella me escuchaba. -¿Cómo te llamas?-le pregunté, soltando una leve risita por lo bajo. Supuestamente, aquello debería de ser las primeras palabras que deberíamos haber cruzado, pero no había sido así, era ahora cuando me daba cuenta de que no sabía su nombre. Sonaba tan estúpido... No pude evitar reírme ante aquello. Observé a Anwar, por si ordenaba algo. Ya habíamos llegado a nuestro territorio, así que no sabía qué quería que hiciésemos ahora.

Cammeron

Cammeron

Cammeron:

Observé que todas las yeguas iban hacia un lugar y me mandaban con ellas a mi también; la manada salvaje iba a llevar a su "botín", nosotras, a sus territorios, a su hogar.
Caminé siguiendo al grupo, con desdén, pero con una mirada de temor aunque, más que temor, era preocupación; preocupación de que algo nos pasase a todas. Varias preguntas invadían mi mente, tales como "¿Qué pasará con nosotras?", "¿Nos vendrán a rescatar?", "¿Qué sucedió con los machos que nos acompañaban?", "¿Habrán ido a avisarles a los humanos?", "¿Qué habrá pasado con Lucero?"... Sí. Muchas. Muchas preguntas se me venían a la mente con cada paso que daba, cada vez más cerca del hogar de la manada salvaje.
Había abundancia de vegetación, pero eso impedía que los rayos del Sol pasen, sólo unos pocos pasaban a través de la espesura del bosque, y estos eran débiles, como un pequeño hilillo de luz que penetraba repentina y misteriosamente en la oscuridad. Había varios insectos, que por cierto eran molestos, y unos pocos animales; no muchos, la mayoría eran aves (que por cierto no me extrañaba, en absoluto). Debido a la humedad no corría mucho el aire; pesaba. El aire estaba pesado y hacía calor. Mis cascos se hundían levemente en el suelo húmedo del bosque, aunque le resté importancia.

Observé que todas las yeguas habían sido secuestradas, comencé a ver los rostros de cada una de ellas y me dí cuenta de que, definitivamente, ninguna había logrado escapar realmente, lo que me sacó un poco de esperanza. Aunque realmente no creía que nos iba a pasar algo realmente malo.
Aquel semental negro azabache que me había secuestrado, se acercó lentamente hacia mí y, luego, me preguntó mi nombre. Simplemente solté una pequeña risita y seguí caminando.
-Cuando conoces a alguien primero dices tú nombre y luego preguntas- Le dije. Hise una pausa y continué; -. Mi nombre es Cammeron ¿Y tu nombre es...?- Pregunté, mientras una sonrisilla se dibujaba en mi rostro.

Achilles:
Anwar ordenó que ya debíamos ir llevando a las yeguas a nuestro territorio; y hací lo hise. Le dí un pequeño empujón a la yegua negro azabache y le obligé que comenzara a caminar. Caminaba con cierto aburrimiento, y con aire pesado; el aburrimiento estaba presente a toda costa en mi vida. Observé a cada una de las yeguas, fijandome en que ninguna se había escapado y que ninguna querría escaparse. Todo estaba en orden. Caminaban, obedientes, hacia nuestro destino. Sacudí mi cabeza tratando de pensar en algo que no me aburriera tanto como "caminar" simplemente "caminar". Me acerqué lentamente a la yegua con la que había "batallado" (sí, se podría decir que era eso) y esbocé una sonrisita con cierto desdén.
-¿Cómo te llamas?- Pregunté, directo, sin hacer rodeos. La había visto por casualidad y como no era un encuentro "amistoso", por decirlo así, no se me había ocurrido, en absoluto, preguntarle su nombre (que por cierto es lo primero que se pregunta al conocer a otro ser, que no seas tú claro).

Seabiscuit*

Seabiscuit*

(Gale):

Todo el camino me había mantenido justamente al lado de la yegua hannoveriana, Shawna, más allá de que estaba consciente de que ella realmente no necesitaba vigilancia. Sabía de sobra que estaba resignada a lo que fuese que sucediese en un futuro, que estaba conforme con que nada le sucediese al semental que le hacía compañía. Aquella relación en la que ella se había entregado por completo con tal de que él estuviese a salvo iba más allá de toda mi capacidad de entendimiento para esos casos. Nunca había tenido la oportunidad de experimentar algo parecido, y ciertamente tampoco tenía intenciones de hacerlo por el momento. Me mantuve en silencio, al igual que ella, pisando con fuerza y manteniendo aquella postura erguida pero sumamente tranquila y lo más amigable que me era posible. - Siento si fui algo tosco a la hora de conducirte con las demás yeguas -balbucée, con la suficiente vergüenza como para dejar mi cabeza bien agachada y no tener intenciones de elevar la mirada. Recordaba vagamente el momento en el que yo también había sido tratado con humanos, todo el cariño que éstos eran capaces de darte y quitarte en una fracción de segundo, justamente la razón por la que estaba en la manada. Me preguntaba como era su vida, si acaso disfrutaba de su vida en la hípica o la pasaría mejor en una manada. Yo, por mi parte, no toleraba ese tipo de misiones de las cuales nos encargábamos junto a mis colegas, por el simple hecho de que me consideraba más bien amigable, apto para otras cosas y quizás no para las tareas que llevaba a cabo allí.

Tormenta

Tormenta

Dark Night

Continué caminando en silencio junto a la yegua apaloosa, esperando su respuesta. Erguí mi cuello al escuchar su respuesta y comencé a carcajearme. No pude evitar poner los ojos en blanco. -Oh, disculpe usted, bella dama, por mis palabras, no todos hemos tenido una educación tan delicada y especial como la vuestra.-dije, realizando una leve reverencia, sin dejar de reír, usando un cierto tono sacástico. Bufé y negué con la cabeza varias veces, hasta que escuché lo siguiente que dijo. Cammeron. No se me olvidaría su nombre, de eso estaba seguro. Esbocé una sonrisa sencilla y la miré a los ojos. -Dark Night.-Respondí, haciendo una leve pausa antes de seguir. -Pero puedes llamarme Dark.-continué, sin dejar de sonreír. Por lo que veía, algunos de mis colegas de la manada también habían comenzado a charlar con algunas de las yeguas que habían sido capturadas. Desvié nuevamente mi mirada hacia Cammeron. -Eh, ¿de quién fue la brillante idea de venir al bosque a pasear?-le pregunté, soltando una leve risita por lo bajo. Bueno, estaba seguro de que fuera de quien fuera la mente a la que se le había ocurrido aquello, no sabía nada sobre nosotros. Nuestra manada se había mantenido oculta a ojos ajenos durante muchísimo tiempo. Pero aún así me asombraba la idea que se les había ocurrido; venir al bosque, de noche. Ya no por nosotros, sino por los otros muchos seres que habitaban aquí. Más de una vez había tenido que librarme de algún que otro lobo o puma hambrientos y no me imaginaba el festín que se habrían dado si se hubiesen topado con tan grande cantidad de yeguas. Eran luchadoras, sí, iban acompañadas de sementales medianamente fuertes, también, pero estaba también casi seguro de que no tenían apenas experiencia alguna de cómo luchar con algún carnívoro de los que aquí habitaban. Definitivamente, aquel paseo que habían decidido dar había sido una locura, incluso habían tenido suerte al encontrarse con nosotros; no íbamos a hacerles daño alguno, algo que otro animal hambriento no hubiese hecho. Me reí ante aquello, volviendo de nuevo a la realidad, dejando a un lado mis pensamientos.

Cammeron

Cammeron

Cammeron

Caminé en silencio, esperando la respuesta del semental. No pude evitar soltar una risa ante aquel comentario que había dicho.
-Debo decirle, caballero, que yo nunca he tenido una buena educación- Dije riéndo, aunque ciertamente mostraba cierta tristeza en mis ojos negros al recordar a mis "padres". Al escuchar aquella respuesta a mi pregunta, esbozé una pequeña sonrisita en mi rostro.
-Un hermoso nombre, ~Dark~- Dije, poniendole un tono tierno al pronunciar su nombre, en son de broma.
-¿Huh? ¿La idea de salir a pasear? Ni la más mínima idea, soy nueva en la hípica, llegué ayer por la mañana- Dije mientras bajaba levemente mis orejas, sonriendo algo forzadamente. -Por lo tanto todo esto es nuevo para mí, por eso me uní al grupo, para conocer un poco mejor la hípica - Hice una pausa; -. Realmente el lugar es enorme y hermoso también, valió la pena unirme al grupo que iba de paseo- Hice nuevamente otra pausa, esta vez un poco más larga; -, a pesar de la "terrible" experiencia de ser secuestrada, conseguí nuevos amigos- Dije algo avergonzada por aquello. Más que avergonzada, rara, tal vez, eso se lo estaba diciendo a, casi, un completo extraño, pero podía hablar con Dark tranquila y sencillamente, sin problemas.
Seguí caminando, moviendo mis orejas de un lado a otro; por más que estuviera hablando con Dark, iba atenta a todo lo que pasaba a mi alrededor, no se escapaba ni el más mínimo ruido que estuviera en mi alcance.

8Con La Manada Salvaje -APARTADO ABIERTO- Empty Re: Con La Manada Salvaje -APARTADO ABIERTO- Miér Abr 04, 2012 10:03 pm

Ghali(lunicc)

Ghali(lunicc)

Ghali:
Observe al líder, de nuevo esa encantadora pero diabólica sonrisa, sacudí la cabeza y mire a Wild, con algo de preocupación, algo de impotencia, de rabia.

Anwar:
Observe satisfecho la escena, era el momento de trabajar para que las yeguas se adaptaran, por el momento Dark night lo hacia bien, pues la yegua que estaba con el había sido muy obediente. Gale estaba un poco disperso, siempre había sido demasiado amable, pero a veces eso era útil. Me acerque a Wild y a la yegua árabe con una media sonrisa - Bueno preciosas, a ver, a ti te conozco - Mire a Wild - Pero tu...-Observe a la otra yegua - No nos hemos presentado - Le dije - Yo soy Anwar, y tu eres....

Ghali:
Ghali - Le dije en tono monocorde, y lo fulmine con la mirada - Es un placer - Dijo el en tono ironico

9Con La Manada Salvaje -APARTADO ABIERTO- Empty Re: Con La Manada Salvaje -APARTADO ABIERTO- Miér Abr 04, 2012 10:53 pm

Tormenta

Tormenta

Dark Night:

Reí. No podía dejar de hacerlo. Y para colmo, mis carcajadas sonaban aún más intensas en el silencio del bosque. Aun así, traté de que mis carcajadas sonasen lo más leves posibles. -¿De verdad? Entonces, ¿qué clase de educación he tenido yo? Bueno, si es que se le puede llamar educación, claro, ésa es otra.-dije, sin parar de reír. Pude observar en sus ojos un atisbo de tristeza, por lo que decidí dejar a un lado aquella conversación. Lo mismo que tenía de observador lo tenía de curioso, pero aquél no iba a ser el momento de preguntar «¿Por qué pareces estar triste?» No. Sin duda. No era el momento. No quería parecer entrometido. Si ella quería contarlo, que fuese porque quería, no porque yo se lo hubiese pedido.
Hice un mohín ante el tono que le puso a mi nombre. Pero me obligué a esbozar una sonrisa. -Gracias. Lo cierto es que el nombre de Cammeron es también igual o incluso más hermoso que el de Dark.-le dije, esbozando una sonrisa ladina.
Abrí los ojos como platos al oír lo siguiente que dijo. -¿De verdad? Oh, en ese caso, bienvenida.-dije, dejando que continuase hablando. Me mostré atento en todo momento, alegrándome de conocer algo más de ella. -Oh, ya veo, te vino de perlas el paseo, ¿eh?-bromeé un poco, antes de continuar. -Sí, lo cierto es que el lugar es hermoso. El bosque esconde lugares realmente hermosos que, a no ser que te conozcas cada rincón del lugar, nunca vas a encontrar. Y, por otro lado, de vez en cuando he salido por algún que otro prado a curiosear y también es un lugar bastante hermoso.-le expliqué, paseando mi mirada por todo el lugar. -Bueno, supongo que haber sido secuestrada justo el día después de tu llegada no debe ser muy divertido pero, quizá, si lo miras de otro modo, no parecerá tan malo como suena. Como has dicho, estoy seguro de que harás muchos amigos. Además de que aquí se aprende mucho y se viven muchas experiencias.-aseguré, sin dejar de sonreír, manteniendo mis orejas atentas a cualquier sonido, llamada u orden de Anwar, el líder y, por tanto, al que había que obedecer. Parecía bastante entretenido con dos yeguas, así que supuse que éramos libres para hacer lo que nos plazca; las yeguas no podrían huír a ningún lugar, pues se perderían. Estaba deseando dar alguna galopada por ahí, pasar un rato en algunos de mis lugares medianamente secretos.

Cammeron

Cammeron

Cammeron

Me sorprendió que Dark se estuviera riéndo como cualquier caballo que había conocido en mi vida, era un caballo completamente diferente cuando trataba, aunque ciertamente lo logró, secuestrarme, era como un caballo común y corriente, salvo que era salvaje. No le dí demasiada importancia y noté, levemente, como desvió rápidamente la conversación e hise una pequeña sonrisilla forzada.
-No me cambies de tema- Dije mientras soltaba una pequeña risita. -Eres perceptivo- Admití mientras bajaba levemente mis orejas; -, no es algo que realmente quiera recordar, por eso evito hacerlo... Pero bueno, siempre surgen esta clase de situaciones. -Hice una larga, sí larga, pausa y, luego, proseguí; -"Nunca he tenido una buena educación"- Repetí; -, no es que no la haya tenido... Sólo es que...- Otra larga, larga, pausa y proseguí, de nuevo; Mis padres me abandonaron apenas con unos pocos meses de vida, no conviví mucho con ellos, sinceramente traté de olvidarme de ellos pero, ni modo, algo me impide hacerlo, claro está que no se que es.
-Si te digo toda la historia te aburrirás, es muy, muy larga- Dije sonriendo algo forzada. Luego me desvié, rápidamente, al otro tema.
-Gracias, fue una cálida, hermosa y buena bienvenida- Le dije riéndo -No... No creo que sea tan malo ser secuestrada y justo un día después de mi llegada- Dije revoleando los ojos, mientras se dibujaba una sonrisita pícara en mi rostro; -, siempre y cuando no me pierda, que no me mate algún animal carnívoro, me coma y que no deje rastro de mí, ni siquiera los huesos, estaré - Le dije en un tono sarcástico, o más bien irónico, bromeando.
-¿Experiencias?- Pregunté, con cierto tono de curiosidad... Que por cierto trataba de frenarlo pero ni modo, la forma de ser de uno supongo que no se cambia. -¿Qué clase de experiencias?- Pregunté, de nuevo, con curiosidad.

Tormenta

Tormenta

Dark Night:

-Vale, como quieras. No cambiaré de tema.-dije, poniendo los ojos en blanco y soltando una leve risita por lo bajo después. -¿Soy perceptivo?-le pregunté, esbozando una sonrisa ladina. Escuché lo siguiente que dijo, mostrándome atento y curioso en todo momento. Lo cierto es que me interesaba bastante saber cosas sobre ella, tanto como podía interesarme por saber qué le ocurría a cualquiera de mis colegas si notaba en ellos algo extraño. No pude evitar echar las orejas hacia atrás, pegándolas al cráneo y soltar un bufido de rabia al oír su historia. Sonaba realmente doloroso. En cierto modo, la entendía, pues yo también me vi obligado a buscarme la vida sin mi madre cuando era un potrillo de apenas unos meses. Suspiré y mantuve mi mirada clavada en el húmedo suelo. -Supongo que nunca dejarán de ser tus padres, por eso quizá aún les tengas algo de apeecio, por mínimo que sea; lo justo para que no puedas olvidarlos.-reflexioné, sin haber pensado anteriormente alguna de las palabras dichas anteriormente. -Escuchar a los demás me gusta y además se me da bien, pero como quieras.-dije, dejando que Cammeron cambiase de tema sin mostrar descontento alguno por mi parte.
Reí ante su siguiente comentario. -Me alegro de que haya sido así.-dije, recordando el momento en el que me acerqué a ella, cuando Cammeron aún estaba con aquel semental blanco al que no volví a ver después de la carrera entre la yegua y yo, pero que me había dejado una herida de el cuello que por suerte ya estaba cicatrizando. Volví a reírme ante su siguiente comentario. -Haré lo posible para que no te ocurra nada de éso.-le aseguré, esbozando una sonrisa torcida.
-Sí, experiencias. Se aprende mucho en el bosque, ¿sabes?-le dije, riendo por lo bajo y negando con la cabeza. -Pues muchos tipos de experiencias,-comenté tras ver la gran curiosidad de la yegua. -como por ejemplo, la de ser secuestrada por una manada de caballos salvajes o la de vivir en un bosque, buscándote la vida, o incluso la experiencia de haber vivido en un lugar en el que no hay humanos... Hay tantas experiencias que se pueden vivir en tan sólo unas horas o días...-dije, suspirando sólo de imaginarlo.

Shawna

Shawna

Farrouk:

Se mantuvo siempre en el medio de todo el tumulto de caballos y yeguas que se habían agrupado, guiando a alguna que otra yegua que pretendía resistirse a lo que simplemente le tocaba. ¿Qué podrían hacer ellas al respecto? Tenía más que claro que si alguna atacaba o intentaba huir y era difícil controlarla, no costaría nada deshacerse de ella considerando que las superaban en fuerza, sin mencionar que conocían el territorio de punta a punta. Pisó la tierra húmeda con fuerza, clavando sus cascos en ésta y dejando huellas tras de sí. Observó el cielo, cubierto casi en su totalidad por las copas frondosas de los árboles, esbozando una sonrisa torcida. Aquello lo entusiasmaba más que mucho por la simple razón de que amaba ese tipo de misiones, aquellas que involucrasen sangre, pelea, le encantaban. Y claro que el tener que arrebatarle algo a unos estúpidos caballos de cuadra hacía que se pusiese todavía un poco más eufórico de lo que de por sí era posible. Desvió su mirada del camino por apenas unos segundos, dando un vistazo sumamente superficial a toda la zona. Todos iban medianamente tranquilos, sin embargo se detuvo en la yegua hannoveria de la que había intentado apropiarse en un primer momento, sin demasiado éxito. Claro que fue todo porque Gale llegó a interrumpir, sino, seguramente hubiese acabado guiándola con todas las demás sin ningún tipo de problemas. Bufó algo malhumorado, no podía concebir en su cabeza la idea de que Gale fuese tan estúpidamente bueno, ¿de qué le servía eso? Generalmente de nada. Sabía de sobra que era fuerte y verdaderamente inteligente, cosa que a la vez le servía, pero el manejarse destilando tanta simpatía y bondad lo irritaba de sobremanera. Partió con un trote ligero y armónico, elegante sobre todas las cosas, poderoso y que sin lugar a dudas imponía respeto naturalmente. Observó a su alrededor, encontrándose con una yegua lo suficientemente joven como para causarle cierta gracia. Una PRE, baya (Ginger). Se acercó con gesto pícaro, malicioso de por sí, dándole un empujón suave al llegar a su lado. -Preciosa- saludó, aunque en su voz logró percibirse un tono de sarcasmo tal que cualquiera podría llegar a pensar que en realidad de preciosa tenía poco. Observó a la yegua negra que iba casi a su lado, a lo que supuso que era su madre casi instantáneamente, esbozando una amplia sonrisa.

Shawna:

Estaba exhausta, confundida, increíblemente triste y sobre todo, resignada. Sinceramente no me importaba lo que me sucediese a mí siempre y cuando estuviese la tanto de que Tornesch estaba en un lugar seguro, lejos de todos aquellos salvajes. Bufé ligeramente, clavando mi mirada en el frío suelo del bosque, sin querer observar al caballo que me acompañaba. Suponía que alguien lo había mandado a custodiarme, pero no tenía idea de por qué. ¿Justamente a mí? ¿La yegua que quizás estuviese más tranquila y entregada a sus captores? Entrecerré ligeramente los ojos en un gesto de pura confusión y suma incomodidad. Hice una pausa antes de levantar finalmente mi mirada hacia el hannoveriano que estaba a mi lado. Estudié con sumo detalle toda expresión de su rostro. Él no parecía uno más de allí, siquiera se comportaba como uno de ellos. Era amable. ¿Por qué diablos un caballo como él sería amable? Las dudas poblaban mi mente en aquellas instancias, y lo peor era que no tenía a nadie que las respondiese. Mejor dicho, dudaba que el único equino al que sería capaz de preguntarle me respondiese. Y en aquél momento Gale habló, haciendo que mi mirada se transformase a una mucho más confundida que antes. -Espera- exigí, apenas él terminó de hablar. No, sencillamente dudaba que mis oídos hubiesen captado correctamente sus palabras, me parecía imposible. -Basta. Sencillamente basta, deja de fingir que eres amable porque no lo eres, eres un monstruo y me sorprende que te puedas mantener en esa postura tranquila y despreocupada sabiendo lo que acabas de hacer. Me das asco, Gale, tú y todos tus compañeros. No entiendo como son capaces de lastimar a tantos caballos inocentes, que ni siquiera quisieron estar involucrados en ésto. Lo único que te puedo pedir en éste momento es que me dejes en paz, ¿sí? Si tus amiguitos te mandaron a vigilarme, puedes estar tranquilo, no pienso escaparme- le solté, dirigiéndole una última mirada fulminante antes de posarla en el camino, bufando de pura rabia ante todo aquello. Pedir disculpas después de lo que había hecho, sabiendo que ni siquiera se arrepentía, me parecía demasiado hipócrita como para soportarlo. Solté un relincho suave, por lo bajo, sumamente triste y lastimero por todo aquello.

Ginger

Ginger

Ginger:

Me mantuve junto a mi madre en todo momento, atenta a todo; a cada sonido, cada movimiento de nuestros captores. Por suerte, tenía a mi madre a mi lado, aunque no dejaba de tener algo de temor por lo que pudiese pasar. Estaba preocupada por mi padre pero sabía que estaría medianamente bien. Me obligué a esbozar una sonrisa al escuchar las palabras de mi madre. Sin duda, lograba quitarme algo de preocupación, pero no al completo. Caminaba con la mirada clavada en el suelo, viendo cómo mis cascos se enterraban en la húmeda tierra y dejaban una huella tras de si. Orienté mis orejas hacia el sonido de unos cascos acercarse a mí. Sentí que me empujó suavemente y volví mi vista hacia él para observarle. Era uno de aquellos sementales que nos habían capturado. El color de su pelaje era el mismo que el mio; bayo. Podría decir que tenía algo de mi raza, pero tampoco se veían reflejadas en él todas las características de mi raza, a lo que supuse que tendría algo de cruce. Hice una mueca de desprecio y volví a mirar hacia delante. -Salvaje.-mascullé por lo bajo, con una vocecita casi inaudible. ¿Qué quería? ¿Para qué se acercaba? ¿Acaso parecía un peligro para que no me dejasen caminar sola? Bufé y negué con la cabeza, inhalando aire para llenar mis pulmones. -¿Qué quieres?-le pregunté, mostrándome algo recelosa, fulminándolo con la mirada. No me gustaba ser tan repelente, pero aquellos caballos que nos habían capturado no me gustaban nada; me habían separado de mi padre, nos habían llevado a su territorio y ahora no nos dejaban salir de allí. Sería una tontería salir galopando, pues me perdería por aquel bosque tan inmensamente grande. Volví a mirar al semental que se había acercado, esperando una respuesta a mi pregunta, tratando de averiguar sus intenciones a través de sus ojos.

Wild

Wild

Ya no había más caso, todo dependía ahora de los machos, cuales estaban quizá, con un poco de esperanza, corriendo a avisarle a los humanos, después de todo ¿Quien más podría salvarnos? Aunque su estado no era el mejor, ni tampoco el estado de todos estos caballo, observé a Sombra por el ravillo del ojo, ella estaba bien y seguramente sabía que yo la iba a estar observando en todo momento, pese a no poder estar junto a ella por la gran cantidad de caballos salvajes que interferían.

Alcé mi cabeza y empecé a olfatear el aire, tierra húmeda, pastos, etc. Y el cielo.. Estaba oscuro, era de noche.. En un día lo que era un pequeño y alegre paseo se había transformado en algo terrorífico y peligroso. Ahora, en ese pequeño momento, lo único que nos iluminaba era la luz de la luna y de las estrellas, que pocas se podían divisar a causa de tantos árboles tan grandes. Fijé mi mirada esta vez en el Lider de la manada, pegué mis orejas a mi cráneo y relinché -Lo siento, Sr. Anwar, pero.. ¿Sabe usted donde podemos descanzar? Estamos un poco agotadas- Dije en tono irónico, aunque en realidad era verdad, la mayoría estabamos demasiado cansadas y con ganas de dormir.

Ghali(lunicc)

Ghali(lunicc)

Anwar:
Ante la poco amable respuesta de Ghali comenze a caminar con elegancia alrededor de las dos yeguas y al pasar le di un suave empujón a Ghali - Que simpática - Dije sarcásticamente.
Observe luego a Wild, que había hablado, con una mirada cargada de ironía y sarcasmo, tanta que podría haber sido tangible - Madame Wild, siento incomodarla, pero me temo que no contamos con un servicio digno de su persona, pero podría usted dormir bajo aquellos arboles - Le dije terminando la frase con una sonrisita burlona y avanzando unos pasos hacia un pequeño grupo de arboles más bajos al tiempo que los señalaba con la cabeza.
Ghali:
Otra vez, la ironía del líder se hacia insoportable, pero no sabia que pensar, tendríamos que adaptarnos. Aun así, miré a este de forma francamente no muy simpática y luego me gire hacia Wild - Te acompaño, también estoy cansada - Le dije

Wild

Wild

-Debo destacar que usted tiene un bajo nivel de alojamiento, Sr. Anwar- Dije con el mismo tono que antes, le asentí a Ghali y moví mi cola -Mis patas duelen- Me quejé y bajé un poco la cabeza, llegué donde los árboles y me tiré bruscamente y moví mis orejas -Ghali- Susurré, llamándola, teníamos que inventarnos un plan en cuanto antes para salir de la pesadilla en la que nos encontrábamos en ese momento.

Ghali(lunicc)

Ghali(lunicc)

Anwar:
Me limite a dirigirle a Wild una mirada fulminante y luego me me alejé para continuar con mis asuntos.
Ghali:
Estaba distraída y cansada, es como si hubiera perdido o disminuido el carácter típico de mi raza desde que llegamos al lugar. Estaba aletargada y con la cabeza en las nubes. Tarde unos segundos en responder - Y a mi, y es verdad, tenemos que salir de aquí, pero no tengo idea de como - Dije pensativa y me eche bajo el arbol.

Cammeron

Cammeron

Cammeron
Seguí caminando y escuchando cada palabra que decía Dark. Realmente aquellas palabras, prácticamente, me obligaron a reflexionar, por lo que estuve realmente muy pensativa.
-No es algo que quiera recordar realmente- Repetí ;-, pero supongo que tienes razón, siguen siendo mis padres... Y yo pienso que seguramente tuvieron una buena razón para dejarme sola. -Reflexioné, recordando cada detalle de aquel día, en mi pasado.
Sacudí mi cabeza en un leve gesto de y ese fue el punto final.
Lanzé una pequeña carcajada -Espero que hací sea, no sería nada agradable morir sin darme cuenta. Como si te durmieras y no vieras nunca jamás el nuevo amanecer- Dije mostrando una sonrisita malévola o algo pícara. -Espero que eso no pase... Nunca- Dije sonriendo algo irónica.
Me picó de nuevo la enorme curiosidad ante la palabra . -¿Mucho? ¿En el bosque? Pues admito que es un lugar de pura aventura, recuerdo cuando yo corría apenas cuando era potrilla en un pequeño bosquesillo- Dije mientras recordaba aquella experiencia de correr, sin que mis cascos tocaran el suelo, como si volara en cada paso que daba.
-Espero esas experiencias con muchas ansias- Le dije, mientras una sonrisita se dibujaba en mi rostro y comenzaba a caminar ciertamente un poco más animada que antes.
-----------------------
ToT!!! Mil disculpas chicas >-< (y chicos también xP)!! Hubo una tormenta (para ser precisa un tornado -.-") y se me cortó la luz, estuve desde el miércoles por la noche, tipo 9, hasta hoy, a las 17:00.
Mil disculpas ani D: te dejé super plantada con Dark xP!
*Ahora, el otro problema: hacer que mi nuevo gatito y mi perra se lleven bien -.-"*

Tormenta

Tormenta

Dark Night:

-Seguro que tus padres tenían sus motivos; nadie abandonaría a su hijo así como así sin motivo alguno.-dije, asintiendo levemente con la cabeza. -Ni siquiera yo sería capaz.-añadí, medio en broma, medio en serio, pues era la verdad; no sería capaz de abandonar a un hijo mío y mucho menos poder seguir viviendo como si nada hubiese sucedido. Asentí levemente con la cabeza al ver su señal y dejé de hablar, para noseguir haciéndola recordar aquel tormentoso pasado que tuvo que vivir.
Reí por lo bajo. -Sí, bueno, tampoco es que sea muy divertido morir lentamente y ver cómo se te va la vida sin que puedas hacer nada para impedirlo. Lo mejor es vivir.-dije, esbozando una sonrisa divertida.
Asentí ante sus palabras. -Claro, no imaginas lo que puedes aprender aquí. Sí, este lugar es pura aventura; cada día es diferente.-aseguré, esbozando ahora una sonrisa de satisfacción. -¿De verdad viviste en el bosque?-inquirí con un atisbo de curiosidad en el tono de mi voz.
-Espero que vivas todas esas experiencias muy pronto.-añadí, levantando mi cuello con aires majestuosos y caminando algo más deprisa con movimientos ágiles y gráciles. Miré el cielo, o lo poco que podía verse, a través de las frondosas copas de los árboles. Era de noche. La plateada luz de la azulada luna iluminaba el bosque, dándole a éste una apariencia mágica y bella. -Supongo que estarás cansada, ¿no?-le dije, mirando los árboles en los que dos yeguas se habían echado a dormir.

-----------------------------------
D: Oh, Mai, no te preocupes por mí, no pasa nada, no me dejaste plantada en absoluto. Lo importante es que estés bien y no te haya pasado nada. (Estás bien, ¿verdad? e.e') Que terrible, un tornado... :S Bueh, lo bueno es que ya pasó.(:
Suerte con lo de tu perra y tu gatito. :3 ~¡Miau!~

Seabiscuit*

Seabiscuit*

(Gale):

Me quedé pasmado al escuchar las palabras de Shawna, ya que ciertamente no esperaba aquella reacción de parte de la yegua que me acompañaba. Hice una pausa antes de carraspear ligeramente con un tono algo incómodo, ya que no podía negar que aquello había pegado fuerte en mí. No porque me hubiese herido ni mucho menos, ya que a pesar de que me comportaba medianamente bien tenía la suficiente fortaleza como para que no me importase lo que me dijesen aquellos que no eran cercanos a mí. - Primero, no estoy fingiendo -me quejé con un tono bajo, algo molesto de por sí, pero conservando siempre la tranquilidad al expresarme, sin necesidad de alzar la voz ni mucho menos- segundo, ¿cómo es que estás tan segura de que yo disfruto haciendo ésto? -pregunté entre dientes, obligándome a guardarme ciertos comentarios sobre mí mismo que pudiesen dejarme en una postura débil, por decirlo de alguna manera- si eso es lo que crees, puedes saber que no, no lo disfruto. Es parte de mis obligaciones al ser parte de ésta manada, no me queda otra -bufé, negando levemente con la cabeza. No era más que la verdad, sencillamente todas aquellas tareas no me gustaban en lo más mínimo- nadie me mandó a vigilarte -suspiré luego de aquellas palabras, algo cabizbajo.

Cammeron

Cammeron

Cammeron
-No lo dudo. Yo tampoco abandonaría a un hijo mío por nada- Dije asintiendo con mi cabeza, sonriendo levemente.
Me reí un poco ante su comentario; -Bueno, no es nada agradable morir sin saberlo. Tú sabes... Dormir... Y no despertar de un profundo sueño...- Dije con una voz algo tenebrosa, en son de broma. -Espero que eso no suceda en un futuro muy cercano- Dije mientras miraba el cielo, o al menos lo poco que se podía ver por la espesura del bosque; -, y sí, lo mejor es vivir tu vida al máximo, disfrutarla al máximo ya que, tarde o temprano, podrías morir... Y muchas experiencias que podrías haber vivido pero que no pudiste vivirlas, sólo porque hubo, por ejemplo, un accidente y moriste- Dije mientras sonreía, seguida de una pequeña mueca, que se borró al instante, reemplazada por una sonrisilla.
-Yo también lo espero, debo admitir que me encantan los desafíos, juegos, experiencias y cosas peligrosas, como por ejemplo, andar sola en un bosque completamente desconocido, para que algo me suceda.- Dije medio en broma, medio en serio.
-¿Mmm? ¿Cansada? En absoluto- Dije sonriendo. -La noche es la parte más divertida, peligrosa y hermosa para mí- Dije sonriendo. -Tal vez... Meterme por aquí... O tal vez por allá... Ohhh, interesante...- Dije, comenzaba a hablar sola, pensando por donde podría escabullirme para encontrar algún lugar agradable, bello y cómodo para dormir.

---------
Oh si, estoy EXCELENTE. Mi hermana estaba en la universidad y me dijo que era el apocalipsis que los vidrios explotaban, por la presión del viento, supongo. Los árboles están arrancados de cuajo (de raíz, enteros) o sinó estaban abiertos de la mitad o del centro, y la ciudad quedó casi totalmente destruida; árboles arriba de los autos, que quedaron destruidos la mayoría, calesitas aplastadas por árboles viejos. Tejados de casas destruidos también por árboles; la mayoría de las cosas quedaron sepultadas abajo de los árboles que hay en la ciudad xP! Es que son árboles muy grandes y la mayoría viejos, y por más jóvenes que sean, si son muy grandes unas cuantas ramas estaban en el suelo, arrancadas por el tornado; y los árboles que son más o menos o chiquitos tenían las hojitas a la miseria D:>... Y mi tío o no se quien, dijo que había visto a una mujer volando por los aires... Como si fuera un pajarito ^-^... Mi cara: WAT DA FAK!? = WTF!? En fin... Todo esta bien por ahora... Pero como es feriado la municipalidad y lo demás no hacen mucha cosa -.-" lo que espero es que en el colegio se haya caído todo y que suspendan las clases *O*... Aunque lo dudo -.-"...

Shawna

Shawna

Farouk:

Esbozó una sonrisa torcida ante el recibimiento tan agradable de su actual compañera de viaje. Logró percibir que ella dijo algo, sin embargo no logró escuchar con claridad sus palabras, a pesar de eso ya imaginaba que no sería ningún halago. Se rió levemente, negando con la cabeza. -En vez de aprovechar a disfrutar del paseo, conocer nuevos lugares y también nuevos caballos... ¿Siempre eres así de antipática, preciosa?- preguntó con cierto tono malicioso, dándole un empujón con su grupa en la suya, manteniendo siempre aquél trote cómodo y fuerte tan característico de él. Por alguna extraña razón últimamente disfrutaba más del burlarse de una u otra manera de sus posibles víctimas, quizás no demasiado, pero siempre aprovechaba para molestar a los equinos que se cruzaban en su camino. Al escuchar sus palabras se rió por lo bajo, negando con la cabeza ligeramente. -¿Tengo que querer algo para acercarme a ti?- se quejó simulando un tono incrédulo al pronunciar aquellas palabras. Siguió avanzando, dirigiéndole alguna que otra mirada a la yegua, con una sonrisa bromista ubicada en su rostro. -Primero, me gustaría que me digas tu nombre, preciosa- pidió, tratando de manejarse con amabilidad, más allá de que todo era una máscara de falsedad con la que se divertía al hablar con sus víctimas. No, no era lo suyo, pero en aquellas ocasiones transformarse en un ser parecido a Gale le hacía más gracia, por razones que no llegaba a conocer.

Shawna:

Negué levemente con la cabeza al oír las palabras del semental que estaba a mi lado. ¿Cómo es que podía manejarse de aquella manera? Que dijese que en realidad no fingía era el colmo, más allá de que ciertamente no había razones para no creerle, ya que siempre se había manejado de forma sumamente correcta, me parecía imposible que un ser de buen corazón estuviese en aquella horrible manada. Me parecía imposible sabiendo todas las cosas que hacían, todo el daño que causaban sin demostrar ni un atisbo de arrepentimiento por todo aquello. Pese a eso me quedé callada, no tenía intenciones de discutir por algo sumamente inútil y poco relevante para mí. Se quedó callada, escuchando atentamente lo que él decía. ¿Qué no disfrutaba? Entonces, simplemente no había razones para hacerlo. -Si no lo disfrutaras sencillamente podrías irte. Dejar ésta manada, quizás buscar algún lugar donde puedas sobrevivir en libertad o acercarte a algún humano, porque estoy segura de que ustedes nunca han experimentado una verdadera relación de amistad con uno de ellos, así que no tienen razones para rechazarla antes de probarlo. Son cobardes, eso es lo que son- suspiré, con cierta resignación y molestia ante la actitud de todos aquellos caballos salvajes. No podía creer la manera en la que se manejaban, era algo imposible. -Si nadie te mandó a vigilarme, ¿por qué estás aquí? Puedes irte, no me iré- le avisé, moviendo mi cola de un lado a otro y sacudiendo mi cabeza con pesadez.

-----------------------------------------------

Yo estuve unos días en buenos aires, el día de la tormenta justamente estaba allí y fue HORRIBLE de ver, realmente. Estábamos en un hotel en la avenida nueve de julio, frente al obelisco, y la lluvia y viento era impresionante. Las calles inundadas, el descontrol por la gente que estaba todavía en las calles... Por suerte no se cayó ningún árbol cerca ni nada, pero fue espantoso. Igualmente, he llegado a ver cosas peores aquí, pero no quita que todos los daños producidos y pérdidas fueran lamentables. :n

Wild

Wild

El demonio negro:

Me dirigí hacia las otras yeguas que habían por allí y busqué que todo estubiera en control, y así era. Aún las yeguas seguramente estaban muy asustadas, enojadas, etc.. Pero sabíamos que pronto se adaptarían. Cambié de lado y fuí donde el lider, Anwar, preocupado, pues el no estaba en la mejor condición y mucha sangre podría correr por razones naturales esa noche. Bueno.. No tan naturales.

----

MAAII, QUE HORROR T-T Me alegro que estés bien, acá en Palermo por suerte solo llovió, pero me preocupé mucho D: Esperemos que no haya ningún otro "Reventón" como hicieron llamarle -.- .

Y ya, lo bueno es que están todos bien y no pasó nada malo a ustedes <3

Tormenta

Tormenta

Dark Night:

Reí por lo bajo ante el comentario de Cammeron. Me limité a asentir ante aquello y después esbocé una sonrisa ladina.
Hice una mueca, fijando mi mirada en la nada, imaginando lo que sería la situación que ella decía. -Sí, no es nada entusiasmante. Morir no es divertido, independientemente de la forma en la que mueras.-dije, asintiendo levemente con la cabeza, con la mirada ahora fija en el suelo. Agaché mis orejas. -Oh... Nunca se sabe lo que te puede ocurrir... Y menos en el bosque... La muerte acecha por todas partes...-susurré, con una voz tenebrosa. Luego, comencé a reír, mirando a Cam. -Sí, tienes razón. Hay que vivir al máximo, cometer locuras.-dije, en tono bromista.
-Oh.. Así que eres una adicta al riesgo, ¿eh?-bromeé, riendo. Lo cierto es que yo también amaba el riesgo, por eso el conocer a otros equinos a los que también les gustase me alegraba bastante.
-Vaya...y también eres nocturna...guay.-dije, mirándola de soslayo, esbozando una sonrisilla algo pícara.

-------------------------------------
WOW! Qué miedo, ¿no? Bueno, yo he visto un tornado de lejos y tal pero no lo he vivido. Bueno, sí he vivido lo que es un tifón, que es más o menos lo mismo (por no decir que es lo mismo). En mi casa tiró varias tejas y en algunas casas cercanas arrancó los tejados y todo *o* Y árboles... En fin, nos pasaríamos horas contando todos los que cayeron...xD Pero por suerte todas estamos bien, que es lo más importante. :3

Ginger

Ginger

Puse los ojos en blanco ante sus palabras. -No, sólo soy antipática cuando tengo que serlo y con quien tengo que serlo.-dije, asintiendo con la cabeza, mirando hacia delante. Le devolví el empujón, alejándome después unos pasos, comenzando a trotar, manteniendo el cuello alto y las orejas orientadas hacia el semental. Me movía con aires armoniosos pero sin dejar de ir a un ritmo cómodo para mí. Solté un bufido ante su pregunta. -No creo que te acercases a mí sin tener algo en mente primero.-respondí con voz monótona y con una gran inexpresividad en mi rostro. -Me llamo Ginger.-le dije, notando cómo fingía ser amable, algo que no se le daba nada bien. No pude evitar reír por lo bajo al verlo fingir. -Y ahora... ¿Sería el señor tan amable de decirme el suyo?-añadí, con un tono algo bromista. No me gustaba en absoluto la forma en la que se dirigía a mí, con ese tono irónico y sarcástico en sus palabras, ese tono que la mayoría de aquellos sementales usaban. Hice una mueca, dirigiendo mi mirada ahora hacia el semental bayo. -Ah, y por favor deja de llamarme «preciosa»-le dije, pronunciando la última palabra con algo de repugnancia, debido al tono con el que éste la usaba.

Contenido patrocinado



Volver arriba  Mensaje [Página 1 de 7.]

Ir a la página : 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7  Siguiente

Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.