La casa de Katherine

Está ubicada casi en el centro de la cuidad, lo que le resulta cómodo para trasladarse, aunque no le atrae mucho el asfalto, le gusta su nueva casa.





Exteriores:

Es bastante grande, muy bien iluminada, sencilla y bella en cada detalle. Tiene dos patios: uno delantero y otro trasero, donde se encuentra la piscina.






Interiores:

Su habitación es bastante amplia, con mucha iluminación, tanto interior como exterior, gracias a los ventanales que dan a fuera, con una gran vista a la ciudad. Se encuentra en el segundo piso de la casa.






El Living comedor/Sala de estar es muy cómoda y amplia para las visitas, tan bien iluminado como el resto de la casa. Con sillones, mesa y televisión. tiene una decoración moderna y conecta varias partes de la casa.






La cocina es sencilla, no tiene la gran cosa, sólo sirve, justamente para cocinar. Viene equipada con todo lo necesario, hasta para organizar una cena de hasta 10 personas.




Hay dos baños, totalmente equipados y completos en la casa, uno en cada piso. Tienen una ventana para ventilar, espejos, botiquín, etc. El del segundo piso es mucho más amplio y bello, estéticamente.






Dentro de lo que es el lecho de la planta superior, también hay una sala de juegos con una decoración muy bella y creativa, además existe una habitación para huéspedes, muy lindo y cómodo.

Una vez limpia y cambiada pasé por el living comedor, directo a la cocina. Saqué unos comestibles de la alacena, me fui hacia el comedor y puse algo de música mientras degustaba algunos bocadillos.



Tomé mi mochila con el móvil, las zanahorias, y cosas varias, y partí nuevamente al club.

Apenas llegué me bañé y cambié de ropas, lueo fui directo a la cocina y me preparé el almuerzo. Comí tranquila, vi un poco de televisión, más tarde seguí leyendo un libro que había comenzado hacía poco y me lo guardé en una pequeña mochila, donde tenía también el bozal de Linaje, recordando que tenía que volver pronto por él. Decidí dar una vuelta por la cuidad antes de regresar al club.

Llegué totalmente agotada a casa. Me duché, preparé y comí la cena y me fui a dormir, pero antes tomé una píldora para el dolor de cabeza, que me estaba matando.


Desperté a la amdrugada, fui al baño y al volver tropecé con mi mochila, la cual saqué del camino con una patada y salió despedido mi cuaderno de dibujos. Miré lo que allí había: los retratos de Lin y Hick. Dormí otro rato y a las seis en punto de la mañana corrí hacia el club, ya recuperada y desayunada, con los dibujos en mano,