La Gran Pradera

— Parece que siempre algo nos tiene que interrumpir —comenté quedándome pensativo. Generalmente, o ella tenía que irse, o yo lo hacía, o directamente alguien -como en este caso- nos interrumpía. Me reí un poco y observé a Layla. — Bueno, lo importante es que estamos solos de nuevo, ¿no? —comenté con una sonrisa.

—Sí, aunque a decir verdad extrañaba mucho a Jess—admití, con una sonrisa un tanto tímida. Mis nervios ya no daban para mucho, por lo que guardé silencio. Miré mi ropa y después la de él, empapadas por completo.
Solté una leve risita ante aquel detalle, anque en realidad no me incomodaba mucho. A decir verdad, era muy difícil pasarla mal, teniendo a Ethan a un lado...específicamente, justo en frente de mí.

En ningún momento al entrar a aquél lugar había imaginado acabar en aquella situación. No formaba parte de mis planes acabar con una novia, acabar enamorándome. Sin embargo había pasado y poco más podía hacer ahora, simplemente disfrutar de aquél momento. No tenía intenciones de alejarme de ella, de ir a ningún otro lugar, podía decir con toda seguridad que haría lo que pidiese.
— ¿Son amigas? —la curiosidad saltó de la nada, era imposible no preguntarlo, a pesar de que era algo obvio necesitaba la confirmación de Layla. — Nunca la he visto por aquí, supongo que habrá estado un poco ausente últimamente o algo así.

-Sí, algo así-afirmé con una sonrisa.-Últimamente no veía ni a ella ni a Ghali, su yegua. Me alegro que la haya sacado de paseo por lo menos-añadí, con aquella sonrisa siempre en mi rostro, una sonrisa que sólo se dibujaba en mis labios cuando estaba junto a él.

— Lo supuse —le sonreí y me senté cerca de la orilla del lago, si quería secarme un poco iba a ser mejor mantenerme fuera del agua al menos un rato. Me quedé pensativo, observando el agua, perdido en mis pensamientos.

-¿Quisieras ir a algún lugar?-sugerí, mirándolo con una media sonrisa y alzando una ceja; simplemente por sugerir algo y para pasar algo más de tiempo con él.

— Lo que sea, mientras sea contigo —repliqué con un tono de voz divertido, haciendo que el ligero silencio sepulcral del ambiente se terminara. Lo único que pensaba era, ¿qué habría pasado si hubiera conocido antes a Layla? ¿Qué seríamos ahora? ¿Habría transcurrido todo igual? Alcé una ceja ante mis dudas, era una gran pregunta que posiblemente no pudiera responder nunca. Y tampoco me arriesgaría a perder lo que habíamos logrado en ese corto tiempo. — Aunque antes necesito ir a los boxes a por Irak. Iba a entrenar con él —dije riendo, luego me levanté y comencé a caminar hacia los boxes, esperando que Layla me siguiera, o no.

Sonreí.
-Yo también tengo que entrenar con Afri-admití, algo triste de no pasar más tiempo con el, pero a decir verdad si pasaba algo más probablemente comenzarían los rumores a correr por todo el club. Me puse a su altura, caminando después hasta llegar a los boxes.

Llegué trotando alegremente, con Indi a mi lado.
-Bueno, no puedes correr ni saltar, además tienes que descansar...disfruta del panorama-comenté un poco irónico, pero sin intención de hacerle daño. Correteé por los alrededores, saltando de vez en cuando algún que otro tronco, pedazo de hierba o planta no muy altos, que no rebasaban el metro veinte.

Sonreí cuando lo ví saltar . Me dediqué a pastar y a respirar profundamente disfrutando de la tranquilidad absoluta que habia alli . Relinché y trote un poco elegantemente hasta llegar a un riachuelo , nada mas llegar empecé a beber agua . Cuando terminé miré a Tornesch y devuelta sonreí y me quede un rato mirándolo , un ratito mas tarde volví a pastar.

Después de un rato me enfadé, no cansé, de saltar tanto. Después de todo, no era lo mismo sin jinete, y a pesar de estar de un humor excelente no había nada muy interesante para saltar, todo era de bajo tamaño y aquello ya lo dominaba por completo.
Me acerqué a Indi, viendo que su pata herida era la más alejada al lago; y una vez comprobado eso la empujé suavemente hacia la orilla.
-Te gusta el agua, ¿cierto?-reí con ganas y terminé metiéndola por completo en el cuerpo de agua que había ahí. Después de eso me aventé yo, nadando sin parar y relinchando ocasionalmente.

- Heyyy , Tornesch - Dijé con una sonrisa pícara . Empecé a nadar con todas mis patas menos la herida , me acerqué a Tornesch , le cogí por la crin y le dí un pequeño mordisco . Entoncés me sobresalté y salí corriendo del agua , me sacudí y empecé a trotar riéndome lo mas lejos de el .

-¡INDIANA!-exclamé, algo enfadado. Al verla correr me preocupé por ella, temía que se lastimara más o algo por el estilo.
-Detente, no me voy a vengar. Bueno, quizá, tal vez lo haga, pero no te lastimes, ¿de acuerdo?-me sentí como un padre reprendiendo a su niña, pero poco me importó. Me preocupaba más su bien, y sabía que si corría o hacía algo que implicara más fuerza que caminar su desgarre podría empeorarse.

Me acerqué al paso y le dije - Gracias por preocuparte , de verdad , te lo agradezco mucho - Miré al suelo algo avergonzada y empecé a pastar para disimular un poco .

Me pregunté para mis adentros por qué decía "gracias" tan a menudo, pero bueno. Quizá era una yegua bastante agradecida.
Troté hasta situarme a su lado, a un metro o dos de su posición, y comencé a pastar y disfrutar de aquella hierba fresca, suave y mullida. Al terminar, me di un revolcón entre los pastos altos.
-Me encanta estar libre, como ahora; pero sigo extrañando a mi dueña-susurré en voz baja, quizá audible para Indi si aguzaba el oído.

Mientras le miraba sonreí . A mi también me encantaba sentirme libre . Continué pastando y decidí caminar hasta la sombra de un árbol , cuando llegué relinché y me tumbé .

De nuevo me acerque a Tornesch y le dijé - Menos mal que te tengo a ti , jeje , si no , me aburriria demasiado- Le dijé pensando todo el tiempo que habia estado metida en aquella "caja" , sola , aburrida , frustrada ... Sonreí y empecé a trotar un poco hasta el lago .

-Y yo también te tengo a tí-le dediqué una sonrisa radiante.
El mozo que nos había sacado tantas veces ya se acercó de nuevo y nos puso a ambos el ramal.
-Chicos, tienen que regresar a los establos. Los sacaré luego-prometió y nos condujo a ambos a los boxes.

Llegué al galope tendido, y no me detuve. Me dirigí a la esquina más alejada donde Katy me había ido a ver la última vez, hace tanto tiempo atrás.
Me quedé un rato dando vueltas por el lugar, psatando y practicando ciertos movimientos.

Llegué con rapidez hacia el prado, deteniéndome para observar con detalles y buscando a Pampa con preocupación. Al final, lo encontré en una de las puntas del prado y me acerqué corriendo hacia él, lo acaricié, era rarlo verlo allí y solo. - ¿Qué pasa, pequeño? -pregunté acariciándolo con cuidado, lentamente. - ¿Qué haces aquí?

Me sobresalté un poco ante el contacto, estaba muy concentrado observando, esperando. Siempre tenía aquella esperanza de ver a Katherine otra vez, aparecer allí con suradiante sonrisa, con esa voz tan tranquilizadora y angelical, esa risa contagiosa y esa alegría inigualable.
Voltié un poco la cabeza para mirar fijamente a Ethan, con ojos cansados y algo tristes. Relicnhé con suavidad y le di un empujoncito con el morro, y me quedé apoyando la cabeza en su pecho.

Entré a la pradera , solté a Perseo para que corriera un poco - Corre , venga! - Le dije . Así liberaria energia . Observándolo detenidamente , cada movimiento que daba reflejaba su gran belleza . Sonriendo y pensando el maravilloso caballo que era me giré y ví que en un estremo de la pradera se encontraba Ethan . Me acerqué y lo saludé , tanto a el como a Pampa - Hola! cuanto tiempo! jeje - Dije sonriendo a la vez que sonreia a Pampa .

Miré detenidamente a la chica y me alejé un poco de ambos, moviendo la cola de un lado a otro, caminando rápida y elegantemente.

Un lugar hermoso sin duda. Observé asombrada aquella pradera, sonriendo, entusiasmada. Había dos personas a lo lejos, y algunos caballos.
Miré, sorprendida al criollo de aquel extremo, me refregué los ojos y volví a mirar, ¿sería él? era imposible, o ¿no? Me acerqué lentamente, observando detenidamente al caballo, registrando cada detalle en su morfología, en su pelaje, sin lograr creer que fuera Pampa.

Intentando dejar tranquilos a Ethan y Pampa , me retiré debajo de un árbol cercano . Sonreí y observé detenidamente a Perseo .