No podía dejar de reír. Estábamos totalmente empapados de agua. Me carcajeé al ver la reacción de Jake cuando lo mojé. Justo en ese instante, Jacob desmontó. Ahora me tocaba a mí ser mojada. Me alejé de él un poco, riendo, tratando de alejarme de él y no terminar empapada de agua. Tarde. Me resistí un poco cuando el chico trató de cogerme, pero mis intentos por escapar fueron en vano. -¡No, no, no!-exclamé sin dejar de reír, viendo cómo me llevaba a una zona más profunda. En ese momento supe cuál era su objetivo. Entonces, Jake se quedó quieto y yo me vi en el agua. En cuanto pude, me levanté, mirándome de arriba a abajo, totalmente mojada. Miré a Jake, clavando mi mirada en sus ojos, riendo después. Pensé cómo podía mojarlo a él. Estaba claro que no lo haría con tanta facilidad como con la que él me había mojado. Justo en ese momento, con una mano, le cogí del brazo con suavidad y con la otra mano lo empujé por la espalda hacia el agua, viendo cómo caía, a la vez que también caía yo, quedándome en el agua, que, de rodillas, me llegaba hasta los hombros. Continué riendo, viendo cómo Jake estaba tan mojado como yo. Había caído justo a su lado, lo que significaba que si no escapaba, probablemente volvería a verme sumergida en el agua salada. Aún así, no me moví de donde estaba, quizá por las risas o quizá porque no quería alejarme de su lado. ¿No quería alejarme de él? ¿Por qué? Otra vez miles de preguntas sin respuesta. Traté de no hacerle caso a mis pensamientos y a centrarme en lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Comencé a reír de nuevo, tras unos segundos de silencio para recuperarme de tantas risas. Negué con la cabeza y me quedé allí, mirando ahora a los dos sementales, para después mirar a Jake.