Bufé de manera juguetona, ¿por qué no? me contuve muchos años por el simple orgullo, que en realidad era inseguridad. Pero Sophie, poco a poco, mostraba el otro lado de la moneda, que parecía ser bastante bueno.- Con tu permiso, voy a... bueno, sin tu permiso también -bromeé, pero era en serio- a descargarme un poco -finalizada mi frase, salí disparado como una bala por la playa, como volando. Me sentía tan bien, tan libre y tan feliz, que creía que realmente podía volar, incluso desconocía aquella velocidad a la que había logrado llegar- ¡Woooooooooooooohoo! -estaba eufórico, seguí corriendo, deteniéndome poco a poco, sólo para dar la vuelta ya que no quería perderme, aunque tampoco era muy sencillo hacerlo.