(comento por parte de Yaki, que no puee ahora mismo.)
Yaki:
Me tranquilicé un poco mirando a la humana. Miré con curiosidad la fusta que tenía entre mis patas, agaché un poco la cabeza y la olisqueé. Di varios pasos hacia atrás y volví a bajar la cabeza. La humana me miraba curiosa.
Yo:
Me fui acercando poco a poco a Yaki, cogí la fusta con las dos manos, en horizontal. Se la acerqué a su hocico y cuando pareció aceptarla, le la fui acercando a su cuello, a su lomo, etc. Se la empecé a restregar por su cuerpo, indicándole que no le iba a pasar nada, incluso se la puse sobre su lomo y dejé que ella sola se la quitara.
Cuando pareció haberse calmado, volví a cogerla, cogí la cuerda del ramal y le di un suave toque en sus cuartos traseros con la fusta pidiéndole paso.