Prado norte

-Loco por ti.
Me acerque a ella y la abrace con mi cuello,luego le pellizque una oreja jugando.

Te debolví el mordisquito, después golpee el suelo con mi mano y sacudi la cabeza relinchando

Sacudi la cabeza y relinché.
Cogí un poco de hierva en la boca y se la ofreci a Shutter.

Cojí la hierba que me ofrecia Catoki, que rica y fresquita estaba
-Gracias

-De nada-le respondí.
puse la oreja en su barriga y senti unas pataditas energicas,era increible la sensación de haber dado vida a un ser.

-aaiii! me dio un pinchazo en la barriguita
Miré mi tripita

-QUE PASA?VIENEN YA?-dije asombrado
La saque del prado y la lleve al box.

Llegué junto con Ethan sobre la yegua alazana, de la cual no tenía ni pista acerca de su nombre...lo cierto era que tenía un carácter de lo más simpático.
Desmonté con rapidez y agilidad, de un solo salto. Esperé a que Ethan hiciera lo mismo para retirarle el equipo.
-Hemos llegado, te presento al prado norte-extendí mi mano para abarcar en un solo gesto todo el precioso campo cubierto de lavandas y pasto verde.

Me bajé con agilidad del caballo y observé, fijamente, el hermoso prado que se extendía frente a nosotros. Daban ganas de correr, de recorrerlo entero de una punta a otra. Respiré hondo llenando mis pulmones de aire, aire natural, aire que daba gusto sentir cerca. Una leve brisa revolvió mis cabellos y observé a Layla. – Éste lugar cada vez me sorprende más.

-Eso se debe a que es sorprendente-enfaticé, alzando una ceja mientras le retiraba todo el equipo a la yegua. Le quité la brida, las vendas y la silla y las dejé debajo de un árbol; dejándole solamente con el cabezal de cuadra para atarle después el ramal.
-Que sea libre por ahora-sonreí de oreja a oreja, mientras me sentaba en el pasto...tenía ganas de platicar =P

Le dirigí una mirada a la yegua, sus crines bailaban al compás del viento. Me senté apoyando mi espalda en el tronco del árbol y con mis manos toqué la hierba, acariciándola prácticamente. La yegua comenzó a trotar alejándose de nosotros, ver la gracia de aquellos animales era simplemente espectacular. Cerré mis ojos y recosté la cabeza en el tronco del árbol. – Y dime, ¿tienes caballos, verdad?

-Hum, sí, uno. Es precioso-asentí con la cabeza, pensando totalmente en Afri.-¿Y tú?-pregunté, saliendo de mi ensoñación. Entrecerré los ojos, disfrutando de la brisa que jugaba con mi cabello negro, haciéndolo revolotear alrededor de mi cuello.

– Sí, dos. A Pampa, como te dije antes, y a Sombra –sonreí de lado y la observé fijamente. Con mi mano coloqué uno de sus mechones de pelo que revoloteaba con rebeldía detrás de su oreja y le sonreí.

Me mordí el labio con fuerza, pero mantuve mis ojos a medio abrir.
-Sombra...es ahora una yegua preciosa. Wild antes fue mía, pero tuve que venderla...-reprimí ese doloroso pensamiento, pensando que ahora sería feliz con Nahiara.-Y Pampa es muy mimoso, tendrás que acariciarlo bastante seguido-me reí con un tipo de risa que me sacudió por completo, pero que a la vez era una risa armoniosa y casi musical.

– Sí, hoy tuve el placer de ver a Sombra y es realmente preciosa. Y Pampa igual, es un caballo espectacular. Lo que sé que nunca les faltará es amor, cariño, eso lo puedo asegurar –sonreí un poco.

-Bueno, tienes razón-admití. Caballos tan preciosos no podrían tener un dueño tan...bueno, un buen dueño.-¿Participarás en el concurso?-pregunté, simplemente para sacar algún tema.

– ¿Concurso? –pregunté con cierta extrañeza. – ¿Qué concurso? No me he enterado de ninguno –me reí un poco mientras me quedaba observando su rostro, prácticamente angelical.

-Sí, concurso...-abrí mis ojos ya por completo, pero miraba a mi mano la cual se movía en círculos alrededor por el pasto.-Hace un año ya, hubo uno...es de salto, doma, morfología, carrera de velocidad y creo que hay otra categoría. Podrías competir con Sombra, Soy Africano es excelente saltando y no dudo que le haya transmitido algo a su hija. Y Wild al ser purasangre alivianó mucho la raza...te conviene-sonreí de oreja a oreja, mirándolo directamente a los ojos.

– Pues me encantaría participar, me informaré bien y veré que tal es Wild para montarla, aunque seguro debe ser genial –le sonreí y observé sus manos por unos momentos.

-Wild...Wild es de Nahiara-recordé entre risitas. Su mirada me incomodaba un poco y me ponía nerviosa, pero disimulé lo mejor que pude.

– Wild, me armo un lío tremendo con los nombres –me reí negando con la cabeza. – Sombra, eso era lo que quería decir.

-Muy bien, Sombra si es tuya-esta vez reí con ganas. Disfruté de aquel momento cuanto pude.

– Sí, por suerte –le sonreí y observé el cielo por unos momentos, tomando nuevamente una gran bocanada de aire.

-Eh...¿tu color favorito?-fue la primer pregunta que se me vino a la mente...la primera inocente. Contuve una risita mordiéndome el labio con fuerza.

– Mmmm, varios. El verde, el azul y también el negro. ¿El tuyo? –me quedé observándola, un tanto embobado, luego moví mi cabeza para sacar algunas ideas de mi mente y le quité la mirada de encima.