Prado Sur

acudi a su llamada al paso mirando el cuenco que me habia puesto en la hierba, olisqueandolo curiosa, me llego un olor a zanahoria y sin pensarmelo dos veces empece a comermelo, estaba muy rico!

vi qque le gusto le eche un pco de agua en otro cuenco

cuando me termine la comida que llena me habia dado mire al otro cuenco y vi que tenia agua, me puse a beber, despues de la galopada y de tanto entrenamiento estaba sedienta, si que la verdad es que me supo a gloria
estaba muy contenta de tener al fin una dueña que me cuidara tanto..

la llame y le dije te tengu una sorpresa dos terrones de azucar estendi la mano para que los cogierra

levante las orejas y las puse mirando hacia ella y me acerque a ver que tenia en la mano..era azucar! me los comi contenta y despues empece a chuparle la mano

jajajajajajja te gustan he vamos a entrenar un poco en cros que te parece

relinche contenta y sacudi la cabeza diciendo si

vale le puse el equipo y nos fuimos

yo me deje poner el equipo, contenta y con la barrigota llena xDDD despues la segui

Llegué al galope activamente teniendo a Ethan de piloto. En cuanto llegué, esperé nueva orden por su parte, mientras tanto, iba notando como los olores iban penetrando por mi olfato, notando todo lo que alí se encontabra, desde más de mi especie como humanos, más animales y... ¡agua!

Le dejé las riendas un poco más flojas para que tuviera más libertad en la boca. Le palmee el cuello amistosamente, mientras lo incitaba a que hiciera lo que quisiera -con cierto control, claro está- pero confiaba en que se controlaría, de cierta manera.

Me liberé de las riendas un poco, la verdad, no estaba acostumbrado a eso de dejarme libre, casi al momento me paré, pues no sabía que hacer, si entrenar un poco, jugar...

Me reí un poco y lo animé dándole unas caricias cariñosas en su cuello, luego le di un leve toque con los talones y salimos al galope. Cerré los ojos, parecía que estábamos volando, apenas sentía el movimiento de Irak, era muy cómodo. Lo mantuve al galope poco tiempo, luego, desmonté y le quité el equipo, dejándolo en una de las vallas. Lo acaricié, dándole ahora sí, libertad total.

La verdad, esque no me disgustaba estar libre dentrro de una cerca, pero si era sincero, no era un caballo para estar al aire libre, me traían aquí para foomentar mi entrenamiento. En principio, no me importaba. Veía a las yeguas pasar, y yo ahí sin hacer nada. Como no tenía otra cosa que hacer, me puse a pastar.

Me reí negando con la cabeza. — Muchacho, tienes que aprender a divertirte, venga —lo animé, me acerqué a un pequeño lago que había en el prado y le tiré un poco de agua, de forma divertida. Hacía muchísimo calor, al menos yo lo tenía, y él que había estado corriendo hacía apenas unos minutos no me podía imaginar.

De repente, me soltó, pero no para ser libvre, no, si no para... ¡Tirarme al agua! Me encantaba el agua, me encantaba, pero unicamente bebí en cuanto me tiró. Rápidamente, salté al exterior y me sacudí. ¿Tendría pareja ese chico? ¿Hijos?¿Tendría hijos?
Reí, mil dudas volaban a sus aires por mi mente. Mientras, me restregaba por la hierba, de forma que se hiciese pasar por toallasde competición.

Le tiré un poco de tierra encima, luego me reí. Lo guié hasta el agua para quitarle toda la tierra que tenía encima, de paso aproveché para mojarlo un poco más mientras reía.

Reí y retrocedí unos pasos cuando Ethan me tiró tierra, en seguida le pedí con una mirada fulminante que me lo quitase, y así él hizo.
Tenía ganas de pasear, pero no de llegar lejos no, de pasear por allí, ya que el paisaje era precioso. Le propuse que montase encima de mí a pelo, quizás para pasar un rato, y que pasase algo interesante.
Lo miré poniéndome a su lado para que me montase.

Subí encima de Irak de un salto, yo estaba quizás más mojado que él, así que no me molestó en absoluto que tuviera un poco de agua en el cuerpo. Mi ropa a esas alturas tenía bastante tierra de los picaderos, así que no me importó. Me sujeté con las piernas, por si acaso, ya que a pesar de tener "experiencia" montando a pelo, un movimiento brusco podría tirarme si no estaba bien sujeto.

Montando sobre Cybele llegamos al prado sur, donde pude ver al caballo nuevo y a Ethan sobre él.
Desmonté de inmediato y desensillé a la yegua, dejándola solamente con el cabezal para que pudiera pasear por ahi.
-Hola Ethan-saludé con una sonrisa alegre y sincera.

Un escalofrío me volvió a recorrer al notar la humedad en mi lomo. Relinché un poco y salí al galope, no tendido, galope más bien medio, de cross.
Empecé a galopar sin rumbo fijo, con el fín de que se secase Ethan.

Me sujeté bien de las crines de Irak al ver que salió al galope, estuvimos un rato así hasta que paró, ya ambos estábamos secos. Vi llegar a Layla en Cybele y cuando estuvo a mi lado le sonreí. — Hola, Lay — hice una pequeña pausa y luego proseguí — Te presento a Irak —dije, con un tono algo bromista. — Irak, Layla, Layla, Irak.

-Ya veo-alcé una ceja.-Y es tuyo, ¿cierto?-reí.-Es precioso-admití, intentando acercarle la mano para acariciarle el morro, pero la guardé tras de mi espalda, pues no sabía cómo me recibiría. A saber, apenas estaba domado, y probablemente no le había tomado confianza a otro más que a Ethan.
Saqué una zanahoria y se la coloqué a poca distancia de su morro, para que la tomara.

Me acerqué al nuevo caballo, pero lento, no muy cerca y relinché.
-Hola, mucho gusto, soy Cybele.- Dije amablemente. Luego pregunté: -¿Eres nuevo, verdad?

Saludé a ambas, sin miedo alguno, acepté su zanahoria, que comí en apenas dos segundos:
-Sí, soy nuevo, Irak,¿tú?-Pregunté mientras involuntariamente, me acercaba un poco a la yegua.