-Ya vámonos, Luna-indiqué con una sonrisa. Me levanté con cuidado sin usar las manos y apoyando lo menos posible el tobillo lastimado.
Tomé mi morral, recogí las cartas y las junté con la liga echándolas a mi morral.
-De nuevo, a pelo -me acomodé el morral de manera que no estorbara y esperé a Luna.
Tomé mi morral, recogí las cartas y las junté con la liga echándolas a mi morral.
-De nuevo, a pelo -me acomodé el morral de manera que no estorbara y esperé a Luna.