Habitaciones del Hospital

-No, nada interesante- me encogí de hombros. -Extraño a Afri- murmuré en tono de queja mientras apartaba la bandeja y la dejaba en la mesa como pude. Me había desayunado el sándwich y algo de agua que había ahí, que me supo a suero.
Y no sólo extrañaba a mis caballos. A Nahiara también ya hacía bastante tiempo no la veía. Una lista de nombres de personas conocidas y queridas pasaron por mi mente, deteniéndome en una: Daniel. No pude evitar reírme para mis adentros cuando recordé lo que había pasado en los establos: la reacción de Ethan era algo que jamás habría esperado, por lo que nuevamente me puse seria antes de que preguntara por qué me reía, aunque ya era algo que tenía asumido casi por completo.

Me quedé en silencio, escuchándola con toda mi atención fijada en ella. - Y apuesto a que él debe extrañarte igual. O quizás más -comenté esbozando una pequeña sonrisa. Ciertamente, la relación de Afri y Layla era una de las más cercanas que había llegado a ver en todo el Club, supuse que además de que se entendían el tiempo que llevaban juntos jugaba un papel importante. Nuevamente recordé que no había ido a ver a mis caballos, por lo que hice una mueca, esperaba que de alguna extraña manera comprendieran que no había sido a propósito- debes estar harta de éste lugar. Últimamente has estado visitando demasiado el hospital -bromee, riéndome. Estuve un buen tiempo más haciéndole compañía, hasta que se hizo bastante tarde y opté por irme a mi casa y dejarla descansar- tranquila, ya mañana te darán el alta -le sonreí, y me despedí de ella lo más rápido posible. Cuanto más alargaba las despedidas, más dolorosas eran.

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(al otro día)

Volví con ánimos suficientes al hospital, sabía que hoy le darían el alta a Layla, por lo que aquello no era algo que se pudiera dejar pasar como si nada. Al llegar, repetí la rutina de llevarle el desayuno y quedarme con ella mientras desayunaba. Pasadas unas horas, el doctor se acercó a la habitación para hacerle un chequeo de rutina, asegurándose de que todo estaba en orden. Luego de haberse asegurado de que la herida estuviera bien, le dio unos consejos sobre como cuidarse y que cosas debía hacer y cuales no. Finalmente, firmó el alta y se retiró de allí. - ¿Lista para volver a casa? -pregunté riéndome. Juntamos algunas cosas de ella que estaban allí y luego la llevé hasta su casa- prometo que luego vendré a verte, ¿sí? -prometí, ahora debía ir a ver a mis caballos- espero verte pronto por la Hípica -exigí esbozando una sonrisa, viendo como entraba en su casa.

Al recuperar completamente la conciencia, desperté allí, en una habitación del hospital. Suspiré e intenté moverme un poco, pero no lo logré. Me dolía mucho.
- Quieta niña, te has roto tres costillas, tienes suerte de que no te hiciste una hemorragia interna... -dije un enfermera de edad mayor. Yo le hice caso y me quedé quieta.

Cuando recupere la consciencia me encontre a mi pierna escayolada
Enfermera:
-Ya puedes irte a casa pero tendras que ir en silla de ruedas
Yo:
-Vale
me fui poco a poco de la avitación hacia la entrada

No sabía durante cuantas horas, días o semanas había estado allí, había perdido por completo al noción del tiempo, pero me había parecido una eternidad.
Un médico de bata blanca llegó con una planilla, me revisó con cuidado y luego de unos minutos me dio su diagnóstico.
- Te recetaré unas muletas, pues todavía no sanas del esguince del tobillo -anunció, yo ni siquiera sabía que mi tobillo estaba esguinzado. Asentí con la cabeza, esperando su papel- ahora vendrá una enfermera a ayudarla, señorita -me entregó un papel- no haga mucho esfuerzo, nos dio bastante trabajo el tema de las costillas rotas, por favor, reposo total, no queremos que nada se safe -bromeó, pero serio y se retiró. Esperé con ansias a la enfermera, al final me llevaron en ambulancia a mi casa.

trajeron una silla de ruedas y me llevaron,a mi habitación,Allí un medico me palpó me hizo los controles cotidianos,me tomaron la presión.-¿donde es que re duela pequeña?
-mucho la cabeza y mi brazo izquierdo- dije con vos muy preocupada
-esta bien,quedate aquí en reposo,y luego de unas horas te haremos una resonancia magnetica para ver tu craneo y una radiografía para tu brazo- fueron las serias palabras del medico
me quede en silencio
una de las enfermeras sacó una pastilla naranja,me la introducí en la boca y tomé un vaso de agua.
luego quede tendida en la cama

luego volvieron los medicos,estaba muy confundida no entendia nada lo que me pude entender fue suficiente para mi,yo estaba bien mis estudios estaban perfectos y podia irme tranquila,agarre mis cosas saludé amablemente y m,e dirigi a la hipica