Al llegar y ver a Lin allí, mi corazón comenzó a desacelerarse, me invadió una ola de alivio y pude sonreír al fin tranquila. dejé en su box a Hick, quitándole el bozal y dandole un beso.
- Ya vuelvo, espera -dije, pues tenía que limpiarlo al igual que su box- menudo susto em has dado, Linaje -le dije, algo nerviosa, puesto que si me había asustado. Salté a abrazarlo, sin decir nada y sin poder soltarlo un buen rato- tienes que avisar si te vas a ir... me preocupé de que te ubiese pasado algo, que escaparas o algo por el estilo... -me quejé, lo solté y tome su cabeza entre ambas manos, para mirarlo a los ojos- no me lo hagas de nuevo, bonito, casi se me paraliza el corazón -susurré, con mis ojos fijos en él- ¿de a cuerdo? -acerqué su cara, besándolo en la frente y lo abracé nuevamente. Lo deje tranquilo con Cybele, pero aprobeché para llenar su comedero y cambiar el agua de su bebedero, le pasé un cepilló y peiné sus crines y su cola, y le regalé unas golosinas. Lo mismo hice luego al volver con Hick. Acomodé todo, limpié cuanto pude, etc., hasta que no tuve nada más que hacer. Ya que Lin estaba con Cyb, me senté en la puerta del box avierto de mi semental de salto.
- Que día -exclamé, sonriendo y cerrándo los ojos unos momentos.