Picadero de entrenamiento.

-Solo empezasteis con mal pie Mai, muchos jinetes empienzan odiando a su caball y leugo queriendolo como a nad aen el mundo -dije sonriendole apra animarla un poco.

Mi mirada, nuevamente, se dirigió hacia Mr. Galoguey.
-No es eso... Creo que...- Callé. -Nada, no importa.- Apresuré a decir.

Me paré, agarré una moneda y la tiré lo más lejos que pude. Cayó a unos cuantos metros, pareciera como si realmente estuviera enfadada. Agarré una piedrita que había visto por ahí y la tiré, al igual que la moneda. Esta vez cayó a unos poquísimos metros.

Me recosté panza arriba en el suelo y comenzé a contar para mis adentros: "1... 2... 3..."

La humana seguía igual de rara, pero mi lado noble me obligó a acercarme a ella. La olisqueé un buen rato, especialmente en cabello y me alcé sobre los cuartos traseros.

Me sorprendí algo al ver a Mishaal acercarse, pero no cambié mi actitud. Acerqué, con más seguridad que la vez anterior, mi mano para entregarle una manzana.

Tomé la manzana sin olerla, con la sola apariencia había sido suficiente xD la mastiqué sosteniéndole la mirada, casi como disculpa por la patada que le había dado al estómago

Miré cariñosamente a Mishaal.
-No te preocupes... Me pasa todo el tiempo.- Dije medio en broma y aceptando sus disculpas.

Agarré la moneda roja y negra y la miré por un rato. Luego la dejé a mi lado. Me senté. Era algo incómodo estar recostada.

Mi carácter noble siempre me había dominado desde pequeña, por lo que finalmente mis ganas de golpearla desaparecieron. Me tumbé a su lado, pues no se me ocurría nada más que hacer...quizá escaparme a un lugar salvaje, de vuelta con mi gente, pero me obligué a mí misma a quedarme ahí.

Acaricié levemente su cuello. Era muy suave y brilloso, seguramente ella había nacido en estado salvaje... Tal vez ella quería regresar con su familia, me pareció algo extraño que no huyera.
-Sabes... Quiero disculparme con tigo...- Dije finalmente con algo de seguridad.
-Creo que ni siquiera nos conocemos y te traté algo mal...

Me sentía algo tonta en ese mismo momento, era extraño de mí verme pidiendo disculpas. Pero al fin y al cabo, pedí disculpas.

Asentí con la cabezota una y otra vez, casi como si fuera un tic nervioso. Finalmente me decidí a saltar fuera de la valla y dirigirme a algún prado, por más pequeño que fuera.

Me alegré bastante ante la respuesta de Mishaal. Me levanté y me puse a pensar a donde ir. Finalmente me decidí y fui al Bosque de Deinger.

-Bueno supomngo qque ellas se las apañaran -dije suspirando me contento -voy a a por la yegua nueva- dije dirigienome a la pista de llegada

Ate a Mishaal a un poste y coloque una sila al lado en una barra.
-Mai me ayudas? -dije cojiendo el sudadero - tienes que acariciarla si lo hace bien vale ?-dije sonriendo

Intenté zafarme de un poste, pero fue en vano. Aparatos humanos...-pensé mientras contemplaba fijamente aquel objeto parecido a una montañita que el jinete había puesto en una valla. Me acerqué cuanto me permitió la soga y olisqueé la silla, algo raro y nuevo para mí.

-Claro, no creo que sea algo tan difícil. -Respondí sonriendo.

-Vale - sonrei . Coloque primero el sudadero sobre Mishaal suavemente y lo coloque en su sitio y encima puse el salvacruzes para que le fuera mas comoda la silla, antes de ponersela

Relinché y di un par de pasos hacia atrás al sentir el salvacruces, ante el sudadero no protesté, pues era cómodo y ligero. Me incomodaba un poco el salvacruces, pero terminé acostumbrándome con rapidez.

Acaricie a la yegua y coji la silla.
-Vale ahora se va a poenr un pco ma snerviosa, sobre todo cuando le pongamos la cincha asi que cojela bien y acariciala mucho, ayudame porfavor -dije apra que cojiera la silla por el otro lado

-Eh, sí.- Dije pensando en ciertas cosas. Acaricié suavemente a Mishaal y luego agarré la silla, por el otro lado, siguiendo las instrucciones de Mr Galoguey.

Moví mi cabeza arriba y abajo un par de veces en señal de nerviosismo, retrocediendo hasta donde la soga que me ataba al poste me lo permitió.
Me levanté sobre mis cuartos traseros cuando topé con la valla, lo que me causó el perder el equilibrio. Caí sobre mis cuatro patas algo tambaleante, sumamente nerviosa y asustada.

-Shooo tranquila pequeña-dije acariciandole la cara y mriandola a lso ojos -no te vamos a hacer nada -dije meintars con la otra mano colocaba bien la silla y le pasaba la cincha a Mai para que la apretara un poco

Acaricié levemente el cuello de Mishaal, luego, agarré la cincha y la apreté un poco, sólo un poco.

La cincha, en lugar de molestarme, me hacía cosquillas. Di un par de pasos hacia adelante para no tener la valla detrás de mí, que si no me caía.
Giré el cuello tanto como pude y seguí oliendo la silla con curiosidad infinita.

Le acaricie mucho y luego coji las bridas.
-Buen esto es un poco incomodo pero hay que hacerlo si? -dije cojiendolas y prepadandolas

Acariciaba a Mishaal suave y delicadamente, para que no se sobresaltara. Mientras lo hacía, pensé en mi infancia... Que feos tiempos...

La caricia de Mai me tranquilizaba algo, pero sólo un poco. Me quedé quieta mientras me colocaba la brida, a excepción de mi cola que siempre estaba en un liviano movimiento.