Picadero de entrenamiento.

Le coloque el bocado y le encganchee todo.
-Ya esta lista-dije sonriendo y acariciandola- si quieres Mai te dejo el resto-dije sonriendo- le das un poco de cuerda y s ves que esta preparada sube lentamente -dije mirandola

Salí de mis pensamientos y respondí a Mr Galoguey:
-Eh, no, soy pésima en estas cosas...

Me alejé un paso y pensé nuevamente.

No terminaba de acostumbrarme al sabor del metal, por lo que constantemente lamía y lamía el bocado, sacudiendo la cabeza para intentar quitármelo de encima; pero obviamente todo fue en vano.
Finalmente cedí, mientras seguía lamiendo el bocado.

-Toma chica-dije ofreciendole avena para que se le quitara un poco el sabor
-No pasa nada, seguro que lo haces bien, ademas asi se aprende-dije sonriendo

-Eh... No me animo...- Dije algo avergonzada de mi misma.
Acaricié nuevamente a Mishaal, suavemente.

Sacudí la cabezota. Intenté decirle a Mr. Galoguey que quizá fuera lo mejor comenzase con una yegua paciente, pero como no podía hablar...supuse que por lo menos el jinete podría montarme, ya que se le veía con experiencia.

-Bueno empiezo yo, si luego te ves con anigmos avisa , primero un poco de cuerda que se acosntumbre a tortar y galopar un poco co la silla y bridas haber que tal.-Dije colocandole una cuerda larga y levantando la mano diciendo trote

No obedecí. Mr. Galoguey me retiró el equipo y me condujo a mi box, estaba algo enfadada y cansada.

Fui al box de Mishaal, estaba algo cansada.

Vine y me puse a galopar

Quede impresionada – Muy bien Elvis!- quería que galopara un poco mas antes de volverle a colocar la silla y la brida. Pasado ya el tiempo me acerque hacia el – Bueno amigo, quieres que te monte?- dije Abrazándolo por el gran galope que hizo

-Bueno..Si quieres
Dije que si con la cabeza

Le coloque la brida y la silla cuidadosamente, ya montada quería ver el trote – Bueno chico, vamos a trotar – dije dándole unas suaves palmaditas en su cuello.

Empecé a trotar cada vez mas rápido, para que se acostumbrara

Cada vez era mejor, - Muy bien! Amigo! Ahora vamos a correr - dije entre risas, y levantando un poco mas las cuerdas, de la brida pero no tan fuerte.

-Bieen lo que mas me gusta!
Comencé a galopar pero controlándome

Impresionante- dije con voz de asombre, - seguí así! – era divertido, Elvis corría muy bien, y lo disfrutaba, - Bueno Elvis hora de descansar- dije parando, y bajando – Toma un poco de agua y avena- saque una bolsita de avena y un potecito de agua y se lo dí a Elvis, bueno ahora vamos al box.

-Graciaaaas!
Se lo agradecí con un relincho de los grandes y la seguí al box

Sombra llego al picadero y le entregue el cabezal a Ethan para que se lo colocara.
-Recuerda, con calma y tranquilidad. Muestrate seguro-recorde en un leve susurro

-Lo sé- le sonreí, de verdad agradecía toda su ayuda.
Tomé el cabezal, me puse en el centro de la pista con un terrón de azúcar en la mano y la abrí, esperando que ella se acercara ya que era la mejor opción, no estaría invadiendo su espacio personal y no la intimidaría. Sabía que tarde o temprano la curiosidad le ganaría, puesto que a todos los caballos les pasaba. -Vamos, pequeña, tengo algo para ti- dije con voz calmada y segura, pero animada y dejando bien clarito que no pensaba hacerle daño. Sabía que aquél era un tema complicado y que no lograríamos nada en poco tiempo, justamente por eso me había armado de paciencia. No tenía apuro alguno ni esperaba resultados pronto, ciertamente.

Mire de reojo el terrón de azúcar, me tire hacia atrás, verdaderamente no me apetecía comer mas, la avena me había llenado bastante, puse mi peso contra una de las barandas y lo mire

Si no quería el terrón de azúcar, algo sucedía.
-Ya no tiene hambre-mascullé.-Intenta otra cosa-sugerí, pero ni a mí se me ocurría qué hacer. Di un paso hacia ella, llamándola y extendiendo la palma de mi mano para acariciarla, pues la comida no haría nada en ella ésta vez.

Me quedé quieto con el cabezal en la mano, si avanzábamos ambos tan bruscamente lo único que íbamos a lograr era que se asustara aún más. Avancé uno o dos pasos pero guardando distancia, quedándome detrás de Lay , de verdad quería que aquello funcionara.
-Sombra, ven- dije con una voz dulce y cariñosa, indicándole que ninguno de los dos le haría daño.

Empecé a trotar en circulos, me incomodaba que se me acercara demaciado a mi, pegué unas pequeñas coces y comencé a galopar

Apenas y había dado un paso, en realidad la tenía bastante lejos.
-No va a ser fácil-mascullé. Mi paciencia era poca, pero inhalé profundo e intenté ser tolerante.
-Venga chica, tu padre no sería mi caballo si no lo tratara bien-bromeé, retrocediendo y colocándome al lado de Ethan. Era una yegua sumamente rara, pues al parecer poca avena le era suficiente y le incomodaba cualquier mínimo movimiento. Me quedé quieta, pero siguiendo sus círculos con la mirada, observándola con fijeza y serenidad, pero ahora con un toque de autoridad.