Me mordí el labio, inmóvil. Finalmente me decidí a hacer lo único que pasó por mi mente, varias veces a decir verdad: di un paso más hacia adelante, que al fin y al cabo estábamos ya bastante cerca el uno del otro y lo abracé, pues la otra idea era bastante...tonta no, alocada y medio inadecuada para la ocasión.
Mantuve mis brazos alrededor de él, inclinando mi cabeza hacia un lado y apoyándola contra su pecho. Al parecer ambos éramos bastante tímidos, por lo que solté una leve risita nerviosa.
Mantuve mis brazos alrededor de él, inclinando mi cabeza hacia un lado y apoyándola contra su pecho. Al parecer ambos éramos bastante tímidos, por lo que solté una leve risita nerviosa.