Esbocé una sonrisa ante su comentario, sin nada que añadir, rectificar o simplemente comentar después de éste. Mantuve el silencio durante unos segundos, escrutando ahora cada rasgo del prado, grabándolo en la mente, dispuesta a no permitir que se me olvidase. Yo, sumida en mis pensamientos sin importancia, acabé sobresaltándome al escuchar de nuevo la voz de Lizzie - No, lo cierto es que no - Respondí con una sonrisa torcida - No he encontrado el adecuado, supongo - Concluí esbozando una sonrisa, colocándome un mechón de cabello detrás de la oreja. Guardé silencio durante unos segundos... ya acabé retomando el hilo de la conversación - Y supongo, ellos serán tus caballos - Esbocé una sonrisa cargada de curiosidad, señalando levemente a los dos árabes con un gesto de la cabeza.
Clup Hipico