Me quedé callado, observando las olas. No sabía que decir, me había quedado tildado, mi mente había puesto pausa en ese momento. No reaccionaba, puesto que no era una situación realmente cómodo. Además, su ex novio, justamente.
-Lo siento, Layla, de verdad-fue lo único que me animé a pronunciar, y estas palabras salieron con una voz bastante temblorosa debido a los nervios. Me sobé la nuca y la miré, fijamente a los ojos. -No quise que recordaras...eso, de verdad, no fue mi intención-no había nada más para decir, no quería empeorar la situación. Me levanté y le tendí la mano para ayudarla a levantar, ella la tomó. -Deberíamos irnos ya, se está haciendo tarde-mascullé, subiéndome a Pampa. Ella subió en la poni y partimos rumbo a la Hípica. Me mantuve con la mirada gacha, muy pensativo, cuidando de a ratos que Sombra nos siguiera.