-No, no te equivocas- susurré con una gran sonrisa, la cual se interrumpió al verme ligeramente zarandeada por el tirón de Pampa. Pero volví a sonreír cuando vi a Montse ahí, viendo a probablemente un viejo amigo que no veía hacía bastante tiempo; cosa que deduje al ver cómo corrían el uno al encuentro del otro. Miré la escena ligeramente preocupada por el bienestar de mi poni, pero al ver que no tenía intenciones algunas de dañarla lo dejé pasar, mientras iba pensando en todas las cosas que haría con ella en cuanto tuviera el tiempo de hacerlo. Recordé que siempre que intentaba acercarme a mis caballos, algún evento surgía y...y lo tenía que dejar.
Clup Hipico