Pasé y sin decir palabra dejé a Afri en su box, retirándole el equipo. Ya lo había cepillado, así que me limité a darle un beso en su frente, para después salir con paso firme de los establos.
Por ahora me mostraba fuerte y decidida, pero sabía que llegando a mi casa me arrumbaría sobre la colcha a llorar sin parar. Me mordí el labio con fuerza y desaparecí por el umbral, sin dirigir palabra a ninguno de los dos.
Por ahora me mostraba fuerte y decidida, pero sabía que llegando a mi casa me arrumbaría sobre la colcha a llorar sin parar. Me mordí el labio con fuerza y desaparecí por el umbral, sin dirigir palabra a ninguno de los dos.