No, no había sido un mal día. Había sido que aquel preciso momento tenía el nombre de Alex latiendo con fuerza en mi mente, había pasado que me había confundido debido a aquello y antes de terminar peor había hecho eso. Pero no sabía como decírselo, sin lastimarlo más de lo que ya estaba. No quería herirlo, ya lo había hecho; pero no abriría de nuevo sus heridas. Me mordí el labio, sin hacerlo sangrar, intentando ordenar las palabras para que salieran de mi boca de una manera más o menos coherente.
-No, no fue un mal día...-fue lo único que supe decir, sin añadirle nada más. De todos modos, ¿qué mas podía decirle que el no supiera ya?
-No, no fue un mal día...-fue lo único que supe decir, sin añadirle nada más. De todos modos, ¿qué mas podía decirle que el no supiera ya?