La humana de ayer había vuelto, cosa que me alegró. Le miré expectante, esperando que me sacara del box para hacer algo, pero no lo hizo. Fue en cambio a por otro caballo que suponía debía ser también de ella y salieron rumbo a los picaderos a entrenar salto, por lo que había entendido. Me sacudí y esperé pacientemente, quizás cuando regresara podríamos dar una vuelta. Pero no. En cuanto llegó, dejó al otro caballo en su box y luego se fue. Relinché un tanto desanimado, pero después de todo no era su único caballo y tenía que entender que al igual que yo, los demás tenían necesidades. Suspiré y observé la puerta de el lugar donde estaba encerrado, cada vez las ganas de romperla con una potente coz aumentaban; pero me contuve pensando que podía causar problemas.
Clup Hipico