Continué jugueteando con mis dedos hasta que soltó ésa frase. Tragué saliva ruidosamente, alcé la vista de repente pero mantuve la cabeza quieta, confundida. En mis ojos se reflejó por un momento una señal de confusión, como si algo me obligara a ir con Daniel. Después de todo, éramos amigos hasta donde mi memoria llegaba, siempre con él había compartido mis penas y alegrías; él siempre había estado ahí para apoyarme...pero nunca me había imaginado que ése fuera el motivo.
Tragué saliva otra vez, intentando aclararme la garganta y de paso el revoltijo en mi mente, pero sólo funcionó para lo primero.
Escuché el comentario de Ethan, y a juzgar por toda la ironía, odio y algo de dolor reflejados en su voz, pude decir que ésa era la causa del ambiente tan tenso en los establos. -Deja- fue mi única respuesta ante aquella frase que daba a entender lo poco de acuerdo que estaba con la...declaración de Daniel.
Intenté la manera de decirle no, encontrar las palabras, decirle que yo no lo veía más que un amigo. Buen amigo, sí; pero...nada más. Tomé una bocanada de aire y lo solté suavemente en forma de un suspiro con cierto desdén.
-Daniel...-cuidé muy bien que mi voz no reflejara ninguna expresión: neutral.-yo nunca te he visto como más que un amigo, y sinceramente quisiera que las cosas sigan así. Sólo amigos-enfaticé la última frase, sin ser muy cortante. No quería lastimarle, me importaba tanto como a cualquiera le importaría un viejo amigo que no veía desde hacía ocho años o más; pero nada más. Me mordí los labios con mayor fuerza a la necesaria, haciendo que dolieran tanto que en seguida tuve que deshacer el gesto.
-Sin añadir que quiero a alguien más-murmuré en voz baja, demasiado baja; apenas audíble si se aguzaba el oído lo suficiente como para comprender levemente mi última frase de cierre.