-Tranquila- pedí, para luego visualizar como se alejaba al paso de Sombra. Era una yegua totalmente confiable y sabía que no le haría nada a pesar de que el único que la había montado por ahora había sido yo. Era cuestión de costumbre.
Me erguí sobre la silla, observando al frente. Sujeté bien las riendas y también las crines de Amaranto y aumenté el contacto con las piernas. Dejé que caminara y que saliera al galope no me sorprendió tanto, puesto que sabía que intentaría hacer algo así. Me puse en suspensión sobre la silla, haciendo que él aumentara la velocidad. Íbamos realmente rápido. Luego, cuando lo creí adecuado tomé la rienda derecha y tiré ligeramente de ella, haciendo que el caballo tuviera que frenar obligatoriamente ya que suponía una situación riesgosa para él el hecho de perder el equilibrio. Cuando paró lo acaricié en el cuello mientras respiraba hondo.
No podía negar que me ponía un tanto tenso, sin embargo, traté de tranquilizarme para que las cosas funcionaran.
Me erguí sobre la silla, observando al frente. Sujeté bien las riendas y también las crines de Amaranto y aumenté el contacto con las piernas. Dejé que caminara y que saliera al galope no me sorprendió tanto, puesto que sabía que intentaría hacer algo así. Me puse en suspensión sobre la silla, haciendo que él aumentara la velocidad. Íbamos realmente rápido. Luego, cuando lo creí adecuado tomé la rienda derecha y tiré ligeramente de ella, haciendo que el caballo tuviera que frenar obligatoriamente ya que suponía una situación riesgosa para él el hecho de perder el equilibrio. Cuando paró lo acaricié en el cuello mientras respiraba hondo.
No podía negar que me ponía un tanto tenso, sin embargo, traté de tranquilizarme para que las cosas funcionaran.