A pesar de todo me reí levemente, casi sin ganas, pero tratando de demostrar que efectivamente no todo estaba perdido.
- No tienes que hacerte el fuerte conmigo, Tornesch -repliqué, en todo sentido. No tenía que simular que el dolor físico no existía, siendo que estaba herido, ni tampoco tendría que disimular el dolor psicológico; interno que lo estaba atormentando últimamente. Suspiré, mientras desviaba mi mirada hacia atrás, para asegurarme de que el animal siguiese allí, tumbado. Y afortunadamente así era. Mantuve la pata delantera izquierda en el aire, mientras caminaba dando pequeños saltitos, ignorando el dolor de la herida de la grupa y siguiendo con la marcha firme y constante- lo siento mucho -me disculpé, con pesar, mientras observaba ahora a el semental- ésto es mi culpa... todo. Si no te hubiese pedido que me mostraras el lugar... -exclamé, mientras fruncía el ceño, resoplando llena de frustración y volviendo a clavar mi mirada en el frente. Le sonreí en cuanto noté que se acercaba, pero negué con la cabeza, el hecho de que tuviese que ayudarme a llegar sería aprovecharme demasiado del pobre, considerando que estábamos en igualdad de condiciones.
- Estoy bien -aseguré, sonriéndole, a pesar de todo, tratando de buscar un lado mínimamente positivo.
- No tienes que hacerte el fuerte conmigo, Tornesch -repliqué, en todo sentido. No tenía que simular que el dolor físico no existía, siendo que estaba herido, ni tampoco tendría que disimular el dolor psicológico; interno que lo estaba atormentando últimamente. Suspiré, mientras desviaba mi mirada hacia atrás, para asegurarme de que el animal siguiese allí, tumbado. Y afortunadamente así era. Mantuve la pata delantera izquierda en el aire, mientras caminaba dando pequeños saltitos, ignorando el dolor de la herida de la grupa y siguiendo con la marcha firme y constante- lo siento mucho -me disculpé, con pesar, mientras observaba ahora a el semental- ésto es mi culpa... todo. Si no te hubiese pedido que me mostraras el lugar... -exclamé, mientras fruncía el ceño, resoplando llena de frustración y volviendo a clavar mi mirada en el frente. Le sonreí en cuanto noté que se acercaba, pero negué con la cabeza, el hecho de que tuviese que ayudarme a llegar sería aprovecharme demasiado del pobre, considerando que estábamos en igualdad de condiciones.
- Estoy bien -aseguré, sonriéndole, a pesar de todo, tratando de buscar un lado mínimamente positivo.