Picadero de llegada.

- Tranquilo -me reí un poco y caminé rumbo a los boxes- Primero voy a llevarte a conocer el lugar -avisé. Caminé hacia los boxes, con paso tranquilo pero ágil, mientras veía como Hick me seguía con un trote alegre.

Dalía

Salí del camión con aires llenos de alegría. El sol entraba fuertemente en mis pupilas haciendo que tuviese que guiñar más de una vez para acostrumbrarme al sol...
En seguida, un mozo me recogió una vez éste firmó los papeles de entrega.
Me dio un azucarillo, contenta, lo engullí mirando hacia los lados, esperando a que el gerente o el dueño del club se acercase a recogerme...

Bostezaba ya que el viaje se había hecho muy largo.

Llegué al picadero y ví a aquella hermosa yegua árabe esperando. Me acerqué tranquila y segura y acerqué mi mano, ofreciéndole una manzana.
-Hola preciosa- Dije sonriendo.

Me concetraba en otro punto del picadero cuando de repente, torcí el cuello rápidamente aceptando cariñosamente la cálida bienvenida de una chica...
Relinché suavemente mientras la chica me acariciaba...

-Un gran placer conocerte preciosa, me llamo Maia- Dije sonriendo mientras la acariciaba suavemente.

Disfrutaba de sus caricias mientras el sol bañaban mis crines rubias...
Levanté la cabeza y esperé a que ella y el mozo comentasen algo entre los dos, pues me creía que ella sería mi nueva dueña...

Sonreí y le dí un terrón de azúcar.
-Parece que seré tu nueva dueña- Dije mientras agarraba un bocal y se lo colocaba cuidadosamente.
-¿Quieres ir a tu box?- Pregunté.

Sonreí al oirla...
La verdad no tenía muchas ganas de volver a una cuadra, pero acepté...

-¿O prefieres ir a la acampada?- Pregunté, aunque muy segura no estaba, tal vez ella no querría ir allí, últimamente muchos caballos fantasma estaban por allí...

No sabía nada a cerca de ninguna acampada.
Relinché fuertemente de forma alegre. La verdad, ella me ensillaría seguramente yendo encima mía, montándome.
La verdad no sabía como de buena era, pero seguro que estupenda.
Acepté sin demora alguna mientras emepzaba a caminar casi de forma automática hacia el box.

llegue del remolque fue un largo viaje
me soltaron en el picadero y comencé a trotar un trote fino

Entre en la pista al ver que ya había llegado el nuevo caballo. - Hola pequeño -dije suavemente con un tono dulce mientras me acercaba a él

mire a ese hombre era agradable y le acaricie con el morro

Acaricíe suavmente su morro y le encganche con una cuerda su cabezal. - ¿Quieres ir a la acampada con los demás pequeño? -pregunté sonriendo

si relinche
pero que es una acampada(al venir de una hipica de alta escuela no sabia lo que era)

Mientras caminaba comencé a explicarle - Pues es dormir en el bosque cerca de aquí, con personas y más caballos. Hay rutas y fogatas. Aunque si prefieres nos quedamos -dije sonriendo

vale vamos dije contento por probar una vez no me iba a morir

- Pues vamos allá -dije mientras me lo llevaba

(comenta ya en la acamapda si quieres)

El viaje no habia estado tan mal, pero me se me atrofiaban los musculos, sentia una quemazon en mis patas. Apenas abrieron la puerta del remolque sali galopando, dando coces y patadas peligrosamente cerca de los que me llevaron hasta alli. Se fueron rapido, dejandome completamente solo. Galope por toda la pista, luego de un rato me quede en la sombra, observando todo con mucha curiosidad.

Mozo:

Me acerqué a el picadero luego de encargarme de la limpieza de los boxes y caballos. Me habían informado que había llegado un caballo nuevo, por lo tanto, naturalmente, me tendría que ocupar de él. Me acerqué a la pista, entrando en ésta y ofreciéndole una zanahoria al recién llegado. - Ven precioso -lo llamé, con voz tranquila, pero animándolo a que se acercase.

Vi llegar a un humano, el cual me ofrecia una zanahoria. No me podía resistir, asi que me acerque, un poco desconfiado, pero energetico y la tome rapidamente, pero me quede cerca de el, pues no tenia miedo a los humanos, solo algo de desconfianza.

Mozo:

Le palmee el cuello de manera amistosa, sonriéndole. - Tengo que llevarte al campamento -anuncié, aún sabiendo que no entendería a que me refería- habrá muchos caballos y personas; seguro te divertirás. ¿Qué te parece? -le sonreí mientras le colocaba la cabezada.

Lo miré fijamente, ¿campamento? no sonaba mal, por lo que asenti con la cabeza, algo exagerado, afirmando a su pregunta. Me sacudi un poco mientras esperaba que me llevara, aunque me resisti un poco.

Mozo:

Reí levemente y le coloqué el ramal, sacándolo de la pista con visible entusiasmo.

Tire un poco del ramal, pero al final lo segui, bastante intrigado por aquello.