Hice caso omiso a las palabras de Tormenta, ya que eso sería un ir y venir eterno y la verdad es que prefería que pudiésemos transitar el camino hacia el bosque con tranquilidad, charlando quizás sobre alguna otra cosa. Seguí con el mismo ritmo de la marcha, hasta que vi que Tormenta se quedaba un poco atrás, por lo que me puse nuevamente a su lado y fui a la misma velocidad. Antes de preguntar que podría pasar, ella respondió todas mis dudas. Suspiré, haciendo una mueca. -No sé... Espero que no, pero desde que llegamos tengo una sensación incómoda, como si algo me dijese que las cosas no irán bien. Y no sé porqué, creo que me estoy volviendo loco- me reí amargamente, observando los ojos de Tormenta. -Supongo que es porque estoy cada vez más sobreprotector con ustedes... Aunque sí, supongo que hay posibilidades de que pase algo, el ir al bosque en la noche no es, a mí parecer, la mejor opción. Hay muchos animales salvajes capaces de hacernos daño, pese a que las cosas no irían demasiado lejos ya que somos un gran número de caballos- esperé ante de seguir hablando, ya que la dirección de la conversación se iba hacia un lado más pesimista cada vez. -Bueno... ¿Quieres seguir, o prefieres que nos vayamos?- pregunté, esperando una respuesta, pero sin detenerme. Aunque sí había un riesgo de que las cosas fueran mal, sería una experiencia muy buena donde podríamos sacar muchos beneficios: sería inolvidable para los tres, y eso me hacía dudar.
Clup Hipico