La playa

La puesta de sol, fue una de las más bonitas que había visto en mi vida.
El color rojo y naranja lo iluminaron todo para después dar paso a la tranquila y silenciosa oscuridadde la noche.
-¿Deberíamos volver ya no crees?- le pregunté a Katy y vi como su caballo se acercaba a nosotros.

Llegue junto a Folher y Eimy a la playa. Estaba deseando galopar por quella blanca arena y cristalino mar. mire sonriente a Folher, cuanto echaba de menos pasear a su lado. Nunca hubiera dich que con pasar un día con un caballo, creería pasar todos los de mi vida a su lado.

-LLEGAMOS- exclamé,luego mire a los 2 equinos,acaricié a azha mientras le susurré al oído-te agrada mucho ese caballo no?-luego solté una risita chiquilina.miaraba mi alrededor,que hermoso paisaje,pensaba en la arena en el viento,si,era una hermosa sensación.

La playa.Podría decir que allí ocurrió uno de los momentos más felices de mi vida.La conocí a ella,a la misma con la que estaba paseando en estos momentos,la que había sido parte de mi desde aquello,con la quería pasar toda mi vida.Mis patas tocaron la suave arena de la playa y sentí que una alegría irrefrenable me invadía.Salté.Me solté de la cuerda de la que estaba agarrado y empecé correr por la playa y a brincar.

iré de reojo a Eimy pillamente. Entre chicas era fácil entenderse y le di un suave toque en la pierna a Eimy. Miré a Folher, una parte de mí estaba deseosa de correr detrás de Folher, de jugar y bricar como una joven y enamoradiza potrilla, pero otra parte no quería desobedecer a Eimy o herirla al tirarla, por lo que me quede quieta, inmovíl, mientras miraba deseosa a Folher de galopar y mis patas temblaban leventente andando lentamente hacía alante. Miraba a Eimy.
-Que hago Eimy? -pregunté a mi dueña

Me paré y la miré con una sonrisa.Me acerqué a ella galopando y le susurré al oído-Ven,necesito decirte algo-me separé,la miré a los ojos y le sonreí pícaro.

No pude aguantar más y de un brinco salí al galope, asegurándome de que Eimy cayera en la arena mas blanca.
-Lo siento Eimy - dije mientras me alejaba al galope y la veía en la arena. Pero mi sangre arabe, mis ganas de correr y sobre todo Folher, me impulso a salir sin pensarlo. Le seguí al galope poniéndome a su lado, riendo y mirándolo de reojo sin parar hasta que se detuviera

Sonreí al verla a mi lado corriendo.Aceleré mi tranco,estirando más y más mis patas.Me dirigía a la cala en la que la había conocido,ese espacio apartado y escondido a un lado de la playa.Me fui parando poco a poco y empecé a pensar en que iba a decir a continuación.

Alegré estire mi galope todo lo que pude hasta frenar en aquella cala. Aquel sitio me traía muchos recuerdos. Recorrí con la mirada el lugar hasta quedarme mirando a Folher. Por primera vez apareció mi timidez,y no sabía muy bien que decir o hacer. No era como la ultima vez que lo había conocido allí. Era un sentimiento distinto, extrañamente incomodo y cómodo a la veza. Como si corazón se acelerará y se detuviera a la vez.Me queda quieta, observándolo, mientras el aire acariciaba nuestras crines y mecía el pelo suavemente..

Allí estaba.Hermosa como siempre.Entonces lo supe,ese era el momento de decirle por fin lo que sentía,pero aun no sabía cómo...¿Cómo explicarle a alguien que lo tienes en tus pensamientos día y noche?¿Cómo explicar que desde que la vi por primera vez,mi vida empezó a cobrar sentido por fin?¿Cómo explicar con palabras exactas lo que sentía por ella?No sabía por qué,pero entonces me di cuenta de que todo eso...Lo había dicho en voz alta.Me quedé paralizado.Ya no había vuelta atrás.Sólo quedaba su respuesta.

quede tendida en la arena,-esta bien-dije un tanto confundia,pues estaba en la arena,y mis 2 acompañantes quinos habian salido corriendo,me levanté suavemente,-tengo que encontarlos-dije algo lastimosa,etonces empece a seguir las huellas de los cascos que quedaban marcados en la arena.

Me quedé mirando perpleja a Folher, no era capaz de articular palabra. Me sonroje, no pude evitarlo. Aquellas palabras... eran las palabras que estaba deseando oír. Al fin lo entendí. Mejor dicho, fui capaz de comprenderme y de poner mis sentimientos en orden. Si aquello era amor, da igual por donde lo mirará o ocultará, lo sentí por cada articulación de mi cuerpo. Ese mágico cosquilleo que acaba en un escalofrío cuando me acaricia. Tartamudeo, con timidez y avergonzada dije.
-Yo... yo... t..te... quiero - con cada letra me ponía mas nerviosa. Me sentía una potrilla enamorada, de su amor incalcanzable. - Si, te.. quiero. - dije apartando un poco la mirada pues la vergüenza me podía, aunque tenía unas ganas enormes de abrazarlo.

No podría explicar lo que sentí de verdad en aquel momento.¿Alegría?No,demasiado poco.Fue más como si todas las cosas maravillosas se juntasen y diesen una fiesta dentro de mi.Si,se puede decir así.La miré.Aparté la vista.La volví a mirar.No sabía muy bien que hacer.Al final,escogí lo más práctico.Me acerqué a ella y la abracé,fuerte,muy fuerte.

al,fin llegué,tenia la intención de darle una leccion,mas bien un sermón de los que dan todas las madres a sus hijos cuando se portan mal,tenía toda mi ropa y cabello lleno de arena,estaba ordenando el sermón en mi cabeza que le daría a azha,quizas no podría entenderme pero..valia intentarlo no?,cuando divisé a los equinos a unos pocos metros,vi como se tocaban con el morro uno a otro,sin duda eso me enterneció se me fue todo el enojo que sentía pues me senté en el piso a observar cada moviemiento que hicieran los caabllos,claroo,sin interrumpirlos.

Cuando sentí el abrazo de Folher un cálido escalofrío me recorrió el cuerpo. Lo abracé fuerte con mi cuello, y sin querer cerraba fuerte la boca, pues sentía que el corazón se me iba a escapar de ella. Luego lo mire, estaba hipnotizada, atrapada en aquellos ojos, como una prisionera condenada a cadena perpetua. No sabía que hacer, mi mente estaba en blanco, solo tenia presente a Folher, todo mi mundo se había borrado para crear uno nuevo a su lado.

Sentía como los caballos se conectaban era hermoso.Todo era hermoso,la playa,la arena entre mis pies,el viento.Miré hacía arriba observé a dos gaviotas que volaban placidamente en el hermoso cielo azul,no había ni una sola nube.
Sin duda era algo hermoso,disfrutaba cada momento,el aire era tan puro..
Era un momento perfecto,mi yegua con su semental,se podría decir que eran muy buenos compañeros..para no decir de mas..
Luego me acordé de algo cambió completamente la situación,me había olvidado que me llegaría un mensaje muy importante hoy de la federanción equestre,no era un mensaje era una videollamada,esas donde te ves con una persona a tavés de la computadora..era de vida o muerte,pero no quería interrumpi a los caballos,
me acerque a azha,le acaricié el morro,-te dejaré sola un rato ¿si? no te alejes.hazme caso jeje,emboce una sonrisa,te amo,chau azha- le dije mientras me alejaba corriendo a la hipica..

Mire a Eimy y agradecí que me dejará permanecer allí con una suave acaricia y mirada de agradecimiento.
-Gracias y adiós - le dije mientras se alejaba.
Luego miré a Folher de nuevo, en silencio. Tan solo se escuchaba el suave sonido de las olas rompiendo contra la orilla.

Suspiré, mientras los últimos rayos de sol desaparecían en el horizonte.
- Sí, ya es tarde... -respondí sonriendo, aunque con algo de pesar. Llamé a Hick y Gináh, para ponerles el bozal y volver a la hípica- ¿quieres volver a caballo? -le ofrecí a Alex, para regresar más rápido. No creí que hubiese problema con alguno de los dos equinos, pues eran realmente buenos, y sólo sería hasta llegar a los establos.

-Es una pena que el tiempo se haya pasado tan rapido...- comenté.- Esto ha sido realment precioso.
Katherine llamó a sus caballos, y yo sonreí al verlos. Me quedé sorprendido al ver que me ofrecía montar a uno.
-¿En serio?- le dije- claro que me gustaría. En fin, míralos.- dije halagándolos.
De esa forma volveríamos más rápido.

Le sonreí y acaricié a mis caballos y suspirando.
- Sí, el tiempo se va realmente rápido cuando la pasas bien -dije en un tonito bromista, aunque para mí era de esa manera- espero que no te moleste montar a pelo -reí levemente y estiré mis manos con ambos ramales- puedes elegir, ¿Hick o Gináh? ambos son excelentes... -esperé a que decidiera.

Ella acarició a los caballos,
-Claro que no me molesta. No es difícil,- dije recordando lo a gusto que se iba sin la incomoda silla.- Emmm... La verdad es que me da igual, aunque creo que con Hick conecté más,- dije guiñandole un ojo al caballo.
Me encogí de hombros, esperando a que ella contestara.

-Muy bien pues, toma- ofrecí, riendo y extendiéndole el ramal con la mano. Como a mí me tocaba ahora ir en Gináh me subí a su lomo, agradeciendo que no era una yegua muy alta ni mucho menos. La encaminé un par de pasos, deteniéndome para esperar a que Alex montara en Hick para partir los dos juntos. Mientras esperaba miré hacia el cielo, ya a oscuras, donde las primeras estrellas brillantes y pequeñas comenzaban a hacer su aparición, lo que me sacó una sonrisa. Dentro de poco el cielo se cubriría de numerosas bolitas blancas y brillantes, ofreciendo un muy bonito espectáculo a la vista.

Katherine me ofreció el ramal de Hick, y yo lo tomé suavemente.
Estaba impaciente por probar aquel caballo.
Me subí, ágilmente, y acaricié el cuello del animal.
-Eres alucinante,- le dije. Me acerqué hasta donde estaba Kathy con Gináh.
-¿Rápido o lento?- pregunté emocionado, como un niño con una piruleta.

-Rápido- contesté. Yendo lento seguramente llegaríamos muy tarde al club, y ya era de noche. Además, por el modo en que Alex lo había sugerido, él también quería ir rápido. Me reí y taloneé a Gináh, pidiéndole primero trote para que no se estirara demasiado de un tirón y de paso para que Alex llegara, no quería dejarlo atrás. -¡Ven!- lo invité, riéndome. Sí que el tiempo pasaba rápido cuando te lo pasas bien.

Escuché atentamente la conversación de mi dueña y el otro chico, Alex.
Al verlos plantearse la idea de volver al club solté un relincho que dejaba bien clarito que era lo que quería en aquellas instancias, ya que incluso el aire salino de la playa me había cansado un tanto. No me molestó el saber que la que me montaría no sería Katy, ya que gracias a mi buena doma no me molestaba realmente que me montasen otros jinetes además de ella, sin mencionar que Alex me había caído bastante bien a primeras. Parecía un buen chico, a decir verdad. Me acerqué a él, dándole un empujoncito amistoso para luego ofrecerle mi lomo, quedándome sumamente quieto mientras montaba. Luego de que se acomodó partí con un trote ligero, bien cómodo y estable, para luego alargar y pasar a un galope corto y ágil, además de flexible. Me situé junto a Gináh en segundos, dedicándole una mirada a Alex para asegurarme de que fuese cómodo. Luego de un buen rato alargué otro tanto el galope, incrementando un poco la velocidad aunque sin pasarme. Al ir a pelo no quería arriesgarme a que el humano se cayera, más allá de su habilidad como jinete.