Boxes del establo

Llegué a los boxes pensando en entrenar con Afri, pero al verlo medio dormido decidí dejarlo ahí. Ya estaba por irme cuando vi a Ethan en el box de Pampa, por lo cual tuve que morderme el labio para evitar lanzar un grito.
-¡Hola Ethan!-saludé con una sonrisa, algo nerviosa.

Sentí su voz, por lo que me voltee, lentamente. Le dediqué una sonrisa, breve, y luego volví a ponerme serio.
Me apoyé en el box de Pampa y me decidí a hablar. — Hola, Layla —aquellas palabras la conocía tanto.
Siempre, la saludaba de la misma manera. — ¿Cómo estás? —pregunté con verdadero interés.

-Bien-asentí con la cabeza.-¿Y tú?-mismas preguntas, mismas respuestas típicas, pero no me incomodó. Entré al box de Afri para cambiarle el agua y la comida.

Luego de limpiar un poco los boxes de Tornesch y Wild, cambié su comida y agua, aprobeché para limpiar sus equipos y luego volví.
- A entrenar -dije acercándome al semental, con una tímida sonrisa. Lo acaricié con cuidado, como desconfiada. Sacudí la cabeza y le di un beso en la frente- ¿vamos, bonito? -le pregunté, buscando su equipo.

Asentí con la cabeza. La notaba algo extraña hoy, se sentía en el aire, por lo que le di un leve empujoncito en la espalda antes de que desapareciera para ir por mi equipo.
Noté a Ethan y Layla conversando al otro extremo de los establos, lo cual no me extrañó en absoluto.
Solté un leve relincho, paciente.

Coloqué detenida y cuidadosamente el equipo a mi caballo, cuidando cada detalle. Al terminar lo sujete con suavidad de las riendas, sin querer soltarlo, pero guardando que no le incomodara.
- Vamos... -dije, poniendo mi mano sobre su cuello y caminando algo ansiosa hacia la pista de salto.

Mi corazón vibró, una vez más, en cuanto escuché nuevamente su voz. Fruncí el ceño, aquello no me gustaba. No me gustaba no poder controlar lo que sentía en momentos como aquellos. Me sobé la nuca con algo de incomodidad, no por ella, por mí, por mi estupidez. A veces sentía vergüenza de mí mismo. — Bien —dije en voz baja, nuevamente, confundido.

— ¿Novedades? —pregunté, tratando de pensar en otra cosa que no fuera ella.

-Ninguna, al menos por ahora-respondí distraídamente. Mis ojos vagaron por los establos, viendo a los caballos nuevos.-Hola Nahiara-saludé antes de que se fuera, pero aposté a que no respondería el saludo.
Fruncí el ceño, bastante nerviosa y con el corazón dándome un vuelco. Me sentía algo extraña hoy, pero intenté restarle importancia.

Seguí a Nahi sin decir ni mu, intentando animarla a como fuera.

Me quedé pensativo unos momentos, luego, decidí hablar. — Conozco un lugar que me gustaría visitar contigo, ¿sabes? No está muy lejos de aquí, se encuentra en la ciudad —solté todo con rapidez, a pesar de eso, me esforcé porque se me entendieran las palabras. Al menos, lo más importante. "Visitar contigo, lugar, ciudad". Con esas simples palabras, la frase se entendía. — ¿Te gustaría venir?

-Claro-respondí con una amplia sonrisa. No pregunté en voz alta cómo íbamos a llegar, simplemente me encaminé hacia la salida de los establos, rumbo a la ciudad.

Nahiara me trajo, me dio un buen baño y me cambió el lecho del box, quedándome muy cómodo y tranquilo. Sin más, se despidió y se fue, con su humor ligeramente mejorado por lo cual me alegré y me dormí.

Estaba atado a una de las vallas que se encontraban un poco más a delante de los boxes. Miraba a cada uno de los caballos que pasaban por delante mía. Ethan se fue y me quedé allí solo. Relinché suavemente. Pude observar no muy lejos de mí a otro semental. Se llamaba Tornesch, era muy bello, color castaño y de crines también un poco oscuras. Lo miré indicándole que hacía allí, a quien esperaba o que acababa de hacer.
Lo obseervaba fijo, esperando una respuesta, después de un par de segundos, giré mi cabeza al otro lado, allí estaban Ethan y la que empezaba a creer que era su novia, Layla.
De nuevo, cambié mi panorámica hacia el suelo, cavizbajo, buscando algo con que entrenerme...
Por último, y cómo no, volví a mirar al caballo.

Volví a los boxes, estaba bastante más animado que ayer por diferentes razones. Me acerqué a Irak y lo acaricié. — Espérame aquí muchacho —le dije en voz baja, luego me acerqué a los boxes de Sombra y Pampa y los acaricié, cambié el lecho y les rellené el bebedero y comedero. Finalmente volví con Irak y le ofrecí un poco de avena para que comiera. — ¿Cómo estás precioso? Ahora sí vamos a practicar, ayer me quedé con las ganas —dije con voz decidida. Le coloqué los arreos y un bocado con filete, para que le fuera más cómodo.

Llegué a los establos , me acerqué al box de Sahara , ví que estaba dormida . Me sentia triste y de capa caida . Cogí y me senté en el suelo a la puerta de el box de Sahara sin hacer ruido , tampoco la queria despertar .

Vi a Bella ingresar a los boxes, nunca la había visto por allí, aunque seguro sería por mi distracción. Le sonreí y la observé por unos momentos. — Hola. Me llamo Ethan.

Miraba al suelo , cuando oí una voz , era Ethan , sonreí con una leve sonrisa , tampoco yo estaba para echar cohetes - Hola!! yo soy Bella , encantada -

— Igualmente —dije en un tono bajo, luego me quedé observándola. Algo pasaba, sin lugar a dudas. ¿Acaso debería meterme? ¿Preguntarle a una desconocida qué le pasaba? — ¿Pasa algo? —pregunté, finalmente. Hice silencio, esperando una respuesta proveniente de aquella chica.

Le miré y sonreí - No , nada , tranquilo - Disimulé . - Tranquilo no me ocurre nada - Sonreí y pensé ...

— A mi no me engañas —mascullé riendo. No había que ser demasiado inteligente para darse cuenta de que algo le ocurría a aquella chica. Desvié la mirada y la posé en Irak, lo acaricié un poco y luego volví a observar a Bella. — Pero si no me quieres contar, lo entiendo. Tranquila —finalicé. No teníamos confianza ni mucho menos, era algo normal.

Yo que enseguida me confiaba ... - Me pasan cosillas , jeje , - Me reí .

— ¿"Cosillas"? —pregunté riéndome. Seguí acariciando a Irak mientras observaba a Bella. ¿A qué se refería con "cosillas"? Hice una pausa, esperando su respuesta mientras la observaba fijamente.

- Jaja - reí timida - Cosillas - le respondí , eran cursiladas mias .

Le miré y sonreí - No esque no quiera decirtelo , pero son cosas sin importancia - le dije . Sonreí pensativa . Le agredecia que se molestara en preguntar .

Me asomé a mi box y relinché, algo nervioso. Tenía ganas de salir. Sacudí mis crines y comí un poco de avena, tenía el comedero lleno. Además, Dakota me había dejado unas deliciosas manzanas para que comiera si me apetecía.
Bufé y me quedé observando el lugar, allí solo había dos personas. Una chica y un chico.