Traje a Scarlet a los establos, dispuesta a darle una cepillada antes del paseo.
La amarré allí y le dí una cepillada primero superficial para quitarle el polvo de la pista y luego sí me esmeré por dejarla reluciente, cosa que no costó demasiado. Cepillé sus crines y luego le limpié los cascos. - ¿Estás dispuesta a qué te monte? -pregunté sonriendo.
La amarré allí y le dí una cepillada primero superficial para quitarle el polvo de la pista y luego sí me esmeré por dejarla reluciente, cosa que no costó demasiado. Cepillé sus crines y luego le limpié los cascos. - ¿Estás dispuesta a qué te monte? -pregunté sonriendo.