Los celos me seguían recorriendo el cuerpo. Inquieto, me levanté de mi improvisado asiento y me sacudí el pantalón. Comencé a caminar de un lado para otro sobre la fina arena. Suspiré, inhalé, exhalé y murmuré por lo bajo un par de veces. Los celos eran una sensación extraña para mi, pues nunca antes me habían visitado. Pensé y pensé, lo analicé con delicadeza y precaución... seguía siendo una sensación rara. Tenía ganas de salir corriendo al encuentro de Lizzie y tomarla en brazos... como si sólo fuera mía... pero era una idea un poco precipitada y estúpida, no sabía como reaccionaría Elizabeth.
Seguí paseando, de un lado para otro, con un aire pensativo. Suspiré un par de veces y observé las dos siluetas a lo lejos. Los celos seguían recorriendo mi cuerpo con rapidez.
Me acerqué a la orilla después de quitarme el calzado. Suspiré cuando pude sentir la fría pero cálida agua bajo mis pies. Me quedé allí... todavía pensando en la escena que formaban las dos siluetas, con aire melancólico.
Seguí paseando, de un lado para otro, con un aire pensativo. Suspiré un par de veces y observé las dos siluetas a lo lejos. Los celos seguían recorriendo mi cuerpo con rapidez.
Me acerqué a la orilla después de quitarme el calzado. Suspiré cuando pude sentir la fría pero cálida agua bajo mis pies. Me quedé allí... todavía pensando en la escena que formaban las dos siluetas, con aire melancólico.