La Gran Pradera

-Hm... Puede ser...- Dije desanimada. Cambié mi cara, por una mejor posible y le agradecí con una sonrisa.
-Gracias por intentar animarme- Murmuré tumbandome.

Al escuchar sus palabras asentí con mi cabeza, relinchando.

- ¿Cómo lo sabes? -pregunté, riéndome un poco- estoy deseando mostrarte qué tan bien lo hago -comenté con una leve sonrisa, pasando al paso y observando el prado con alegría. Divisé unos troncos a lo lejos, pero realmente en aquellas condiciones no era seguro saltar, por lo que levanté mi mirada y la clavé en el cielo, viendo como las nubes pasaban lentamente.

Aquella humana me caía genial.

Fijé la mirada hacia donde él lo hizo primero. No resistí mucho y me tiré hacia adelante, despacio, abrazándolo al cuello, tenía una enorme devilidad por los caballos y me encariñaba demasiado rápido. "Fail".
. Bueno, ya tendremos nuestro tiempo para que demuestres tus increíbles habilidades -dije en un tono bromista, aunque hablaba en serio. No lo solté durante un rato, me reí levemente, palmenado su cuello y volviendo a colocarme correctamente sobre su lomo.

Sonreí ante sus palabras. En cuanto sentí sus brazos cerca de mi cuerpo giré mi cabeza, pasándola por encima de sus brazos, como una especie de abrazo aunque algo extraño. Cuando se volvió a colocar erguida sobre mí, nuevamente observé hacia el frente. Ciertamente, ahora veía un futuro lleno de cariño y chucherías por doquier. Antes, lo veía más bie como unos cuantos concursos por delante.

Caminé un poco más, observando a Linaje y Cybele con una sonrisa.

Me recosté, tirando hacia atrás mi espalda sobre su lomo y dejando mis brazos sobre mi vientre, sin dejar de aferrarme con las piernas, auqnue más suevamente, mientras él caminaba. Iba canturreando una cancioncita de cuna que trataba sobre caballos (All the pretty little horses), mirntras miraba el cielo.

Caminé con lentitud y cuidado. Moví mi cabeza al ritmo de la canción, era muy tranquilizante realmente. Estar con ella me producía una paz realmente difícil de explicar. Me acerqué lentamente al lago y agaché mi cuello para beber un poco de agua, luego, caminé por la orilla de éste viendo como el sol se reflejaba claramente en el lago. "Gracias, Eric" fue lo único que pude pensar en aquél momento.

Volví a acomodarme, quedándo totalmente floja sobre él. Sentía una extraña confianza, lo que me alegraba y me sorprendía a la vez. Saqué mi bolsita con las golsinas y estiré la mano y, prácticamente todo mi cuerpo para que la viera.
- Apuesto que nunca probaste una de estas -susurré, bromando y dejándola cerca de su hocico.

Sentí un olor dulzón cerca de mi nariz, por lo que me voltee inmediatamente.
Me extrañé un poco, ciertamente no, nunca había probado ninguna de aquellas golosinas, ni siquiera sabía con exactitud que era. Saqué mi lengua, lamiendo aquello. Tenía un gusto extraño, sin embargo era realmente deliciosa.

- ¿Qué es? -pregunté, sabiendo que no me respondería.

Quedé esperando un buen rato, lo que se me hizo raro.
- ¿Qué pasa Hcik, no te gustan estas golosinas? -pregunté extrañada- son ricas, en serio -le animé. Sería que, ¿nunca las había probado? comencé a recapacitar que clase de trato tuvo el caballo antes de llegar aqui.

Finalmente la tomé de entre sus manos, comiéndola con entusiasmo.

Generalmente Eric me daba cosas como manzanas y zanahorias, dulces o terrones de azúcar eran poco normales de ver en mi dieta. Según él, no era sano, sin embargo nunca creí que aquello fuera tan cierto como él lo decía.
Relinché agradeciéndole a Katy, era realmente muy buena conmigo.

- Está muy buena, ¿a qué si? -pregunté, acariciándolo y riendome un poco- igual, no creas que las verás muy seguido, no quiero un caballo diabético -bromeé- pero siempre habrá recompensas para tí -le prometí, sentándome de lado sore su lomo, muy despacio y con cuidado, saltándo y bajándome de esa forma de su lomo. Lo miré y sonreí, no pude evitar darle otro abrazo, soltándo una risita desesperada, pues me molestaba un poco aquella actitud mía. Me senté al borde de la laguna y miré nuestro reflejo.

Me reí también, feliz al escuchar que siempre habría recompensas para mí.
Dejé que se bajara, deteniéndome totalmente y manteniéndome inmóvil mientras lo hacía. La abracé con mi cabeza, sin hacer demasiada fuerza para no incomodarla o causarle por alguna razón dolor. Luego la solté y sonreí, observando también nuestro reflejo. Acerqué lentamente mi cabeza hacia el agua pero no la toqué, dejando que la imágen se mantuviera intacta. Éramos, ciertamente, un gran binomio. Me había encariñado con ella demasiado rápido, cosa que no me convenía.

Me quedé observándo aquel reflejo, sonriendo, hipnotizada por ese bello ejemplar.
- ¿Cómo has hecho? -dije, girándo lentamente mi cabeza hasta tenerlo frente a mis ojos- ¿quieres explicarme, cómo me has enamorado y tan rápido? -pregunté, mirándolo con fijeza, un poco descorcentada, pero no podía esconder la felicidad que sentía en aquellos momentos.

Giré mi cabeza al oírla, algo desconcertado y sin entender a que se refería exáctamente.
Al escuchar como seguía la frase, me reí y relinché. Realmente me había dado cierto miedo que hablara de algo malo, por lo que pude tranquilizarme. - Eso mismo me estaba preguntando yo -respondí, mirándola dulcemente. No pude evitar acercarme y darle otro abrazo con mi cabeza, para al alejarme mover mi pata y clavarla en el agua, salpicándola. Me reí, relinchando.

Devolví el abrazo con cariño. Me paré de un salto, con la ropa un poco mojada y lo miré, riendo, con ojos desafiantes.
- Con que, ¿quieres jugar, eh? -bromeé, juntando mis manos para tomar algo de agua y tirársela en sima, aunque no fuera mucha.

Me reí también y con mi morro traté de mojarla, sin embargo me costó bastante ya que era más agua la que salía despedida para otros lados que la que llegaba hasta ella. Me sacudí y con mis patas hice de cueta que escarvaba en la tierra, salpiacando así un poco más.

- Vas a terminar embarrándome -me quejé entre risitas. Miré el cielo, no había demasiado viento y hacía bastante calor- bueno... -dije mirándo a Hick de reojo. Me quité las botas de montar, al igual que las medias y tomé carrera- Hick, bonito -lo llamé, alejándome- ¡atrápame! -dije, mientras corría, rodeando el lago, para cuando estuviese detrás mío saltar al agua.

Observé con atención todo lo que hizo, sabía que algo tramaba, la pregunta era qué.
Me quedé estático en mi lugar unos pocos momentos, hasta que me decidí y salí detrás de ella al galope, seguro de que la atraparía en cuestión de segundos. No era algo demasiado difícil de imaginarse, comparándonos.

Doblé en dirección al lago cuando Hick estuvo lo suficientemente cerca y me lancé al agua, aunque tal vez el no lo hiciera, no era mal día para refrescarse.

Aquella acción me tomó por sorpresa, pero igualmente no trastabillé ni un segundo y fui detrás de ella.

Me metí en el agua, pegando saltitos para hacerlo de forma más rápida. Me acerqué a Katy y le dí un pequeño empujón, tirándola a hacia una zona poco más profunda. Luego comencé a reírme, haciendo una levada.

Terminé por sumergirme por completo en el lago a causa de aquel empujón, al salir reí a coro con sus relinchos, a tiempo para ver su magnífica levada.
- Pequeño chapuzón, ¿eh? -comenté y comencé a salpicarlo como pude.

Pequeño. Claro, muy pequeño.

Me reí y dejé que me empapara, puesto que ya estaba totalmente mojado. Luego acabé sacudiéndome, quitándome el exceso de agua. Me metí un poco más profundo, donde el agua casi me tapaba totalmete y llamé a Katy con un relincho, mientras comenzaba a nadar ya que no tocaba el fondo. Ciertamente era el mejor remedio para un día de calor como aquél, nada más refrescante.

Reí, acercándome, nadando junto a él. Fui a una parte menos profunda para poder hacer pié, puesto que me cansaba estar flotando.
- ¿Te estás pasando bien el día? -pregunté en un tono juguetón, tomándolo por el cuello. Salí del agua momentos más tarde y me sacudí un poco, escurrí mi pelo y busqué mi calzado. Aprobechando el sol me tiré a la hierba, cerrando los ojos y sacando nuevamente mi cuaderno.
Sin mirarlo mucho dibujé a mi nuevo caballo, me sentía muy afortunada.
Esperé a que Hcik saliera del agua para moestrarle su retrato:

Spoiler:

- Podría estar mejor, lo siento -bromeé, acercándole el dibujo- aún creo que no te hace justicia, para nada -afrimé.
(Ya se que está deforme xD Tengan en cuenta que lo hice muy rápido... y no tenía lápiz marrón a mano, ni nada... y que mi cámara apesta para sacarle fotos a mis dibujos Dx igual me salió un poco mejor que el de Lin xD)

- Me lo estoy pasando más que bien -exclamé, nadando un poco. Me sentía realmente afortunado de haber encontrado alguien como ella y agradecía que todo hubiera salido de aquella manera. Cuando Katy salió me quedé poco tiempo más en el agua, también salí y me sacudí en la hierba tratando de secarme un poco. Luego, me quedé un rato al sol tumbado tranquilamente, comiendo un poco de vez en cuando. Pasados unos minutos me acerqué a ella para ver que se hacía, y me encontré con que nuevamente estaba dibujando. Había reafirmado mis "sospechas" de que tenía un talento nato para dibujar. ¡Era igualito a mí!

En cuanto dijo que podría estár mejor la miré, e hice un gesto como sacándole la lengua. Estaba claro que no podría estár mejor.

Le sonreí y me quedé como embobado observando el dibujo. - ¡Gracias, Katy! -le dí un toquecito cariñoso con el morro y luego volví a mirar el dibujo- me encanta; de verdad -dije asombrado, sin quitarle la vista de encima, entusiasmado.

(¿BROMEAS, VERDAD? ¡Está genial! No sabía que los dibujabas tú. Me encantan :3)

Deje el dibujo a un lado para abrazarlo, aunque me costó un poco puesto que estaba sentada. Me resultó muy gracioso aquel gesto, por lo que no pude evitar reír.
- Luego lo pego en tu box -dije entre dulces risitas- ¿quieres volver ya, o nos quedamos un rato más? de cualquier forma, sigo mojada -me quejé, en broma, haciendo cara de puchero.



(Muchas gracias ^^ s, los hice yo xD luego hago uno pa' ti si te gusta :3)