Cammeron:
-No te arrepientas luego- Le dije mientras cambiaba lentamente mi tono de voz; de uno más carismático y amable, a uno distante y frívolo; luego cambié mi mirada, una mirada frívola, que no representaba emoción alguna.
Me levanté y sacudí un poco mis crines, para colocarlas en su lugar y para quitarle la tierra que había quedado pegada. -Lo sé, yo no rompo las reglas de un juego, tengo mi orgullo, deberías saberlo- Le dije fríamente. Luego me reí y abandoné por un rato aquella "actuación".
-Venga, no aguanto mucho tiempo con esa personalidad- Admití sonriendo.
Achilles:
Hice una mueca al verla justo por detrás de mí, traté de esquivar su mordisco, pero poco de ayuda fue, terminó mordiéndome en la unión de la rodilla, lo que me dolió horrores (y que por cierto provocó una mueca en mi rostro). Me caí y luego, prácticamente, me embistió y yo caí fuertemente en el suelo, junto con ella, pero sin hacer ni la más mínima impresión. Simplemente suspiré, con desdén, sin hacer la más mínima acción; me quedé allí, tumbado, prácticamente sin poder moverme por aquel dolor en la pata.
Ataque y huida, supongo pensé con desdén.
-Supongo que no puedo dañarte, no con esta rodilla- Le dije, mintiendo, aunque si se tragaba la mentira mejor por mí, no debería pelear con ella ni ella con migo, aunque Parece una yegua bastante fuerte y testaruda admití, irónico, en mis pensamientos.