-No tienes que agradecerme nada. Nada, ni ahora, ni nunca- el único que debía agradecer algo en aquella situación era yo. Agradecerle a ella por acercarse a mí, por aceptarme con todos mis defectos; los cuales no eran pocos. Por brindarme a Ginger, aquella potranca que había logrado cambiar mi vida aún más, que había conseguido brindar la cuota extra de felicidad que hacía falta en mi vida. -Y en estas situaciones, ustedes son las que de verdad importan. Mi vida sin ustedes no sería nada- le dediqué una sonrisa a Torm, acercando mi morro hacia ella y dándole una suave caricia en su cuello, observando luego a Ging. Todavía recordaba sus primeros pasos guiados por aquella curiosidad que todavía seguía presente en ella, pero mucho más controlada o al menos apaciguada por el momento. El confirmar que evidentemente estaban bien me arrancó una enorme y brillante sonrisa, por lo que finalmente pude disfrutar al menos un poco de la situación, de volver a verlas. Todavía recordaba el momento en el que nos habíamos encaminado al bosque, aquél en el que los malos pensamientos me invadían con mucha fuerza, temiendo quizás por el ataque de algún animal salvaje, algún depredador...ahora incluso eso sonaba sumamente minúsculo comparado a lo que nos habíamos tenido que enfrentar. Caballos salvajes, fantasmas, todo aquello me seguía pareciendo una película. -Nunca- concluí, con seguridad y determinación, pues sabía que así sería. Nunca más nadie me las arrebataría, nunca. Si tenía que arriesgar mi vida para mantenerlas a ellas a salvo estaba claro lo que elegiría, por lo que no fue necesario decir nada más. Suspiré, paseando mi mirada entre ambas, mis preciadas Ginger y Tormenta. -Pronto volveremos al club y no tendremos nada más de lo que preocuparnos- susurré, nuevamente seguro de mis palabras. Algo me lo decía, algo me indicaba que finalmente ahora sí seguiríamos sin demasiados inconvenientes. De la mano de Anita no podía negar que mi vida tenía un muy buen futuro por delante, al igual que las de ellas, pues mi dueña velaba por mi bienestar y también por el de ambas.
Clup Hipico