Picadero de salto .Exterior

Saltó sin dificultad, no me extrañó. Le seguía un corral de tres verticales, bastante pegadas y luego una vuelta cerrada hacia la ría.

Gracias a la escasa altura de los verticales el corral no me presentó problema alguno, saltándolos rápido y sin trabas, pero con alturas mayores no estaba seguro. Doblé rápido pero certero hacia la ría, la cual me costó algo pues era nueva para mí. Aterricé antes de lo debido y salpicando bastante agua alrededor de mí.

Hice una media parada con la rienda externa, pero suave, nada brusco y doblé con impulso de las piernas hacia un corral doble y sencillo.
- Bien, nos centraremos en las rías luego -acaricié el cuello de Tornesch.

La caricia me calmó un poco, por lo que aceleré hacia el doble. Me impulsé lo suficiente y lo salté sobrado, apenas y rozando la última y más alta vara con la punta de mi casco trasero.
Aterricé ligero y elegante, manteniendo mi cuello ligeramente arqueado con esa pose tan elegante y natural en mí.

- Bien, bonito, tranquilo.. -susurré con unas palmaditas, tironeando de la rienda externa nuevamente para desacelerar un poco. Seguía un oxer, luego una vertical y la última ría luego de otra vuelta cerrada.

Le hice caso y aminoré levemente el paso, para lo cual acorté mi zancada y alcé más las patas. Con el oxer tuve que acelerar para poder saltarlo bien, lo cual esperé que no incomodara a Nahiara :3

No hice queja alguna y le pedí que doblara, un poco más lento pero dándole impulso con la presión de las piernas en la vuelta hacia la vertical, seguida de la ría.

Di vuelta girando más sobre mi propio eje que avanzando, por lo cual pude retomar la marcha sin apenas haber avanzado casi. Salté el vertical sin problema, mirando con algo de miedo la ría.

Mantuve el mayor contacto con las piernas y con las riendas, sin tirar de ellas para no frenarlo pero manteniendolas algo tensas.
- Vamos campeón -alenté, sabida de que le faltaba práctica con las rías- tú tranquilo -dije acariciándolo sobre la línea de la cruz.

Intenté hacerle caso, pero a cada paso que daba más nervio me entraba. Terminé por frenarme al pie de la ría, esque simplemente no podía o creía no poder, era algo nuevo para mí x)

Mantuve el contacto hasta el final, pero de nada sirvió. Me mantuve en la silla con tranquilidad,, iba bien sujeta.
- Tranquilo, practicaremos con algo más pequeño respecto a las rías -dije bajando algo tambaleante y cambiando los obstáculos.

Me sentía mal conmigo mismo por haber defraudado a Nahiara, así que mientras cambiaba los obstáculos di un par de pasos hacia atrás e intenté saltar la ría, sin mucho éxito pero por lo menos la había saltado.

- ¡eh, Tornesch! -terminé rápidamente de acomodar el recorrido y corrí hacia el, acariciándolo con una leve risita- tranquilo, campeón, ya saldrá, no te apresures -reí y subí a su lomo; dejé una sola ría y subí la altura a 1m, ya que lo demás no era problema- vamos -alenté con unas palmaditas y una golosina en la mano.

El recorrido era el mismo, simplemente con altura distinta. Salté todos sin ningún problema, sobrado y tranquilo con la mayor naturalidad y fluidez de la que fui capaz. Nahiara fue acompañándome en los saltos, manteniendo siempre el contacto lo que me relajó bastante.
En la ría, intenté recuperar la confianza en mí mismo. "No es más que un charco sucio"-pensé medio para animarme y lo salté, no como era debido pero por lo menos mucho mejor que veces anteriores. Eso sirvió para mi confianza y me dio un leve empujón para saltar el tripe corral junto que se avecinaba.

Al terminar el recorrido felicité y abracé a mi caballo con entusiasmo.
- ¡Buen trabajo, campeón! trabajaremos un poco el tema de las rías, pero no hay de que preocuparse -animé, desmontando y aflojándole la cincha. Le quité el bocado para que pudiera comer con libertad la golosina que le ofrecí y me lo llevé alas duchas.

Desmonté y armé un circuito, algo ida, bajito de 80cm con curvas abiertas pero que incluía un buen número de oxer y rias. Comenzamos a calentar una vez que subí sobre la silla de nuevo, dando vueltas al paso y al galope.
Cuando finalmente tomé confianza pude respirar con tranquilidad y me relajé sobre la silla, lo que tuvo un efecto directo sobre Afri pues también se tranquilizó, saltando los obstáculos con ligereza y destreza, mientras yo lo iba acompañando con suavidad.

Me sentía extrañamente tranquilo, muchísimo más ligero, como volando, como no tocando el suelo cada vez que galopaba, suavemente.
Prolijo y elegante, salté cada obstáculo a la medida justa y perfecta, puesto que eran bajos.

Terminamos el recorrido bastante tranquilos, por lo que lo acaricié durante un buen rato.
-De seguro ganas el concurso, campeón-murmuré con una media sonrisa. Bajé de la silla y subi todos los obstáculos a un metro, no muy bajos pero ya se acercaba más a la medida del concurso.
Subí de nuevo y le entregue una manzana a manera de recompensa, mientras que le pedía de nuevo galope y nos acercábamos al primer vertical.

Salí de un sólo empujón a un galope con más ritmo, aumentando las zancadas a una longitud considerable al estar cerca del salto, obteniendo mayor impulso en en cada salto y mejor distancia en los Oxers y rías. Estas últimas las saltaba algo más exagerado de lo debido, muy sobrado, pero seguro.

Si seguía saltando tan sobrado probablemente en el concurso el espacio no le alcanzaría para cuando hubiesen dos corrales, por lo que decidí ponerle varios obstáculos juntos en el siguiente circuito.
Mantuve el contacto con las piernas y con las manos especialmente durante el salto, para darle ánimos y confianza. Lo acompañaba ligera e inclinando la cadera cuando era debido, para no serle un estorbo sobre el lomo.

Supuse su intención, por lo que acorté mi zancada, pero seguí acelerando para obtener un buen impulso a cada salto. Llegaba sobrado, pero no lo suficiente como para preocuparse demasiado. En los corrales iba algo más rápido para no perder fuerza, pero al no ser tan altos, no era un inconveniente. Intenté calmarme un poco luego del corral triple.

Después de cada salto le di un par de palmadas en su cuello.
-Vas de maravilla bonito-murmuré y desmonté, armando un recorrido de 1.20 con varios corrales dobles y alguno que otro triple, sin ningún vertical.
Subí de nuevo a la silla ajustando bien los estribos para no caerme con el zangoloteo, y lo abracé con el cuello.
-Se que es pan comido para tí. Vamos-sonreí de oreja a oreja y me erguí sobre la silla, lista para saltar y confiando totalmente en mi precioso semental. Afloje las riendas y nos dirigimos al primer salto.

Me sobraba energía e impulso, comenzamos de maravilla. Iba sobrado, pero no lo suficiente como para tener ningún tipo de inconveniente.
Las rías eran las que más me costaba, por el hecho de que iba muy sobrado al saltarlas, pero era lo único. Me sentía mucho más ligero y tranquilo, pero al mismo tiempo entusiasmado y enérgico.
Me concentré especialmente en los corrales.
Se cruzó un perrito, todo blanco con algunas manchas negras y café. Lo esquivé, algo asustado, pues había parecido de la nada y salté muy justo la última vaya del corral triple, rozando las varas del obstáculos con los cascos e mis posteriores.

Aquel obstáculo era uno de los últimos, pero por suerte el perro ya se habia ido. Era algo pequeño, pero de todos modos tranquilice a Afri con un par de caricias y palabras al oído destinadas a calmarlo.
Cuando se relajó, volvimos de nuevo al recorrido, concentrándonos bien en las rias que al parecer le eran un poco difíciles. Antes de cada salto le acortaba un poco las riendas para que no llegase tan lejos y no fuera tan sobrado.

Me concentré más en las rías en aquel momento. Salió mucho mejor, seguía sobrado, pero era lo de siempre.
Una parte de mí quería salpicar toda esa agua, lo que me causó algo de gracias. Terminamos el recorrido de manera prolija, rápida y elegantemente.