Picadero de salto .Exterior

Abrí el hocico y tomé de su mano la golosina con cuidado, era deliciosa. Le di un suave empujoncito a mi amazona con mi morro, quería jugar x)

Reí y le sujeté la cabeza por los costados, dándole un beso en la frente y luego apartándome para salir corriendo con golosina en mano.

Agité mi cabeza de un lado a otro. Sabía que lo haría jugando, pero de todos modos corrí como loco detrás de aquella golosina. Tenía algo de hambre, no demasiada, pero sí lo suficiente como para hacerme correr tras un pequeño bocadillo xD

Corrí a toda velocidad por toda la pista, pasando por algunos obstáculos que no superaban los 70cm. de altura, puesto que no era muy alta como andar saltando cualquier basrbaridad. Al final me cansé y me tiré al suelo, escondiendo las golosinas en mi bolsillo, jadendo y riendo, con una de aquellas risitas contagiosas.

Nada más llegar comenzamos a calentar, del mismo modo simple, pero por un tiempo un poco más prolongado para ir de lleno, el concurso ya estaba cerca y no pasaría por alto ninguna oportunidad. Claro que tampoco pensaba forzar a Afri, aunque sabía que tenía bastantes energías ya casi de nacimiento, no quería gastarlas todas, o llegaríamos al concurso bastante mal.

Me mostré confiado con mia amiga, lleno de entusiasmo y ganas de entrenar. El calentamiento fue el mismo, lo básico, pero no por eso menos importante. Me mantuve prolijo y elegante, de movimientos suaves y de buenos aires. Me sentía "inspirado" ese día.

Cuando terminamos de calentar, desmonté y armé un obstáculo que tenía de todo: quería ver específicamente qué era lo que se le dificultaba y trabajar en ello; quizá hoy no por completo, pero en los días siguientes al menos.
Volví a montar y dimos un par de vueltas al trote, para no enfriarnos, y después le pedí galope hacia el primer obstáculo.

Tomé una partida en seguida al galope, firme, prolijo, cómo y constante en el ritmo. Salté ligero el primer obstáculo, sin dificultad, aterrizando suavemente, sin mover demasiado el cuello y cabeza.

Bueno, hasta ahora no había ningún problema. Lo siguiente era una curva amplia, y al terminar ésta un oxer; y al conocerlo bastante no tuve miedo, pues sabía que era algo de lo que mejor se le daba. Me relajé sobre la silla y cedí algo de rienda, sin perder el contacto.

Alargué mi zancada una ve terminé de girar, impulsándome con mis posteriores, con el cuello apenas flexionado y la boca relajada gracias a que Lay me sdía rienda. Volamos sobre el Oxer como si nada, aterrizando con suma prolijidad y dirigiéndonos eleganemente al siguiente salto, amentando un poco el ritmo del galope.

No dije nada acerca de la velocidad, pues sabía que era necesaria para poder saltar semejante obstáculo. El siguiente era un corral, de dos verticales, pero que tenía el espacio apenas suficiente como para salvarlo, maniobrando con sumo cuidado. Si no se le daba no pasaría nada, claro, simplemente a repasarlo después. Me relajé sobre la silla y lo conduje hacia ahí, inclinándome sobre su cuello y manteniendo el contacto con piernas y manos, sobre todo.

Al llegar al picadero, saludé a Layla rápidamente y desmonté de Mishaal, para acomodar los obstáculos a la altura que Mishaal podía saltar. Al finalizar, monté de nuevo en Mishaal y nos dirigimos al primer obstáculo de 50 cm.

Aciqué mi zancada, manteniendo la velocidad, pero al ver el espaio que había no estaba seguro de que hacer. Salté la primer vertical sin ninguna dificultad y salvé la segunda con bastante espacio, aunque me había adelantado un poco, no rocé ninguna vaya.

Era algo bajito, pero al no haber salido de mi box durante tanto tiempo y sin haber calentado, mi salto era sumamente torpe. Terminé tirando la valla, las dos que conformaban el obstáculo, por lo que moría de pena; pero mis patas estaban tan frías que poco podía hacer para solucionarlo.

"Hm... Lo olvidé..." pensé apenada. Giré un poco a Mishaal y le acaricié el cuello.
-Tranquila, hace mucho que no practicamos, ¿prefieres calentar un poco antes de seguir...?- pregunté apenada y algo avergonsada, por no haber calentado antes.

Le devolví el saludo a Maia con un gesto rápido de la mano, concentrándome por completo en el entrenamiento. Todo se le daba bien, por lo cual le di unas palmadas en el cuello. Se aproximaba una ría, de largo y fondo normales, por lo que me despreocupé por ello; sin perder la concentración ni el contacto con mi bello semental.

¿Que si lo prefería? Por mi cuenta comencé a trotar alrededor de la pista, desentumiéndome las patas y estirándolas de cuando en cuando, era precioso el volver a sentirlas debajo de mí, impulsándome en cada paso, después de tanto tiempo.

Al fin y al cabo terminamos calentando... Pensé entre risitas para mis adentros. Al estar un largo rato calentando, decidí que ya podíamos saltar algunos obstáculos. Desmonté de Mishaal, acomodando las vallas que había derribado, luego monté nuevamente y nos dirigimos al primer obstáculo.

Retomé una mayor velocidad y me impulsé con fuerza y agilidad, guardando dstancia y energías para saltar la ría de manera limpia y perfect. Aterricé bajando ligeramente la cabeza y continué con movimientos elegantes y flexibles.

Su movimiento fino y elegante era precioso, lo que me alegró bastante otra vez. El siguiente y penúltimo salto era una combinación de vertical y oxer, un corral, nada difícil si ya los había saltado correctamente anteriormente.

Ahora, que sentía la sangre corriendo por mis venas y hasta mi respiración, me fue sumamente fácil saltar tan pequeño obstáculo. Lo pasé sin problemas, con ligereza y elegancia combinadas en is movimientos y gestos.

Salté tranquilo la vertical, acelerando los últimos galopes hacia el oxer, llegando con mayor impulso, algo más sobreado de la cuenta. Aterricé más lejos, pero aún ligero, bajando un tanto más la cabeza.

Sonreí levemente, aunque era algo obvio que podría saltarlo sin dificultad. Esta vez nos dirigimos a uno de 75 cm, casi 80.
La acaricié suavemente en su cuello.
-Recuerda acercarte bastante, pero lo suficiente como para aterrizar bien en la recepción...- Susurré.

Nos acercábamos ya al final del circuito, después del cual pensaba llevar a Afri con el vet. Era un simple y solitario oxer, algo grande, pero ya entrados en el tema y con práctica, supuse que no sería difícil.

Acercarme, saltar bien, impulsarme correctamente...fácil. Me aproximé al obstáculo a una velocidad más o menos excesiva para la ocasión, pero una que me permitió saltar de cerca, llegando sobrada por el impulso tomado en mi paso.