Le sonreí a Ana, feliz porque me hubiese reconocido y sorprendido a la vez, pues era más que obvio que realmente no me lo esperaba.
-Oh, sí, sobre éso... Digamos que tuve un accidente bastante serio- me quejé, burlón, esbozando una gran sonrisa. -Ahora estoy bastante mejor, físicamente, porque mentalmente... Sigo tan mal como siempre- bromée. Le dí un tirón muy leve de las riendas a Alba para que avanzara, saliendo de los boxes, pero quedándome allí a su lado aún, sin montar. Le dirigí una mirada inquisitiva a todo el lugar, cayendo en la cuenta de que estaba prácticamente todo igual a cuando me había ido. Había jinetes nuevos, también caballos, sin embargo no se notaban grandes diferencias, al menos a simple vista. -Todavía espero la visita guiada por la Hípica, Ana, que sepas que no me olvido de esas cosas- aclaré, mientras esbozaba una sonrisa ladina, en parte en broma, en parte enserio, sin querer comprometerla a nada.
-Oh, sí, sobre éso... Digamos que tuve un accidente bastante serio- me quejé, burlón, esbozando una gran sonrisa. -Ahora estoy bastante mejor, físicamente, porque mentalmente... Sigo tan mal como siempre- bromée. Le dí un tirón muy leve de las riendas a Alba para que avanzara, saliendo de los boxes, pero quedándome allí a su lado aún, sin montar. Le dirigí una mirada inquisitiva a todo el lugar, cayendo en la cuenta de que estaba prácticamente todo igual a cuando me había ido. Había jinetes nuevos, también caballos, sin embargo no se notaban grandes diferencias, al menos a simple vista. -Todavía espero la visita guiada por la Hípica, Ana, que sepas que no me olvido de esas cosas- aclaré, mientras esbozaba una sonrisa ladina, en parte en broma, en parte enserio, sin querer comprometerla a nada.