-Como quieran, pues- suspiré, mirando a mi hermano llegar con indecible alegría. Hacía bastante tiempo que no nos veíamos, por lo que nada estaría de más al recibirlo de nuevo. -¡Hermano!- relinché con alegría, trotando alegremente hacia donde estaba. -¿Dónde te habías metido?- le reproché con cierto enfado, para después sonreír con alegría. -Menos mal que vas a venir- suspiré. -No me da buena espina- sacudí tristemente la cabeza, moviendo mis crines al igual que mi cuello. -Pero bueno, supongo que da igual- miré a mi madre, quien estaba muy convencida de que todo saldría bien; aunque por varios motivos yo no pensara lo mismo.
Clup Hipico