Ladeé la cabeza, escuchando atenta las preguntas que Tornesh me hacía para, posteriormente, responderlas una a una. -No creo que tardemos demasiado en marchar, estábamos esperando a que llegaran más caballos y ya somos un buen número-respondí con cierto tono de burla. -Y...respecto a dónde vamos...que yo sepa, no tenemos un lugar cocreto, quizá vayamos al bosque pero no estoy segura...-dije, haciendo una leve mueca. Observé a los otros caballos que habían llegado y los que ya estaban allí antes que yo. Paseé mi mirada por cada uno de ellos, recordando el nombre de cada uno de los equinos que había. -Y, en fin, no recuerdo haberte visto mucho por los boxes, pero diría que llevas algo de tiempo aquí, ¿me equivoco?-pregunté tras recordar uno a uno los nombres de los equinos, en cierto modo, para romper el silencio que reinaba entre los dos y, además, saber algo más sobre él. Realmente, en mi interior estaba llena de curiosidad y qué mejor que preguntar para saciar esas ganas de saber algo más sobre los caballos con los que se podía decir que convivía cada día.