Había, claramente, la misma o quizá algo más de confusión en él como la que había en mi mente en ese momento. Aunque quedé realmente atónita luego de oír sus palabras. ¿A qué se refería con eso? bueno, podía deducir varias razones, pero temía hacerlo y sacar una conclusión errónea, que terminase por malinterpretarse. Aunque lo que dijo aumentó de igual manera mis dudas y mi felicidad, su notable confusión y el leve desorden de sus palabras lo hacía algo gracioso, por lo que reí suavemente. Reír. Todo este tiempo no lo había echo por obvios motivos, así que ya era hora. Agaché la mirada, pues temía quedarme como una tonta mirándolo a los ojos, esos que me tenían como hipnotizada.
- Lo mismo digo... -y no supe que más decir, tal vez por temor a soltar algo que no debía, pero tampoco parecía ser necesario decir más. Era importante para mí y al parecer también lo era yo para él, eso me daba una sensación tan grata.
- Lo mismo digo... -y no supe que más decir, tal vez por temor a soltar algo que no debía, pero tampoco parecía ser necesario decir más. Era importante para mí y al parecer también lo era yo para él, eso me daba una sensación tan grata.