Suspiré, como para romper la tensión tan alta del momento. -Sólo espero que no pase nada, de verdad- mascullé entre dientes, con la mandíbula tensa y apretada. Porque si había una cosa en el mundo que no podía permitirme que sucediera, era perder a Montse. Perderla, verla secuestrada, sufrir a manos de ellos a quienes por un momento había creído buenos y ahora los veía como los peores ladrones del mundo. La simple idea me hacía estremecer, por lo que tuve que sacudir la cabeza para apartar aquellas feas ideas de mi mente. Intenté aclararme algo las ideas trotando, con un trote extendido como me habían enseñado, estirando las patas hacia el frente y arqueando la cabeza, con lo que también podía cubrir más terreno en menos zancadas pues éstas se volvieron más largas. Obviamente no me salió tan bien como podría haberlo hecho en un principio, pues la falta de práctica había hecho mella en la perfección y calidad de mis movimientos.
Clup Hipico